El Fin De La Historia De Francis Fukuyama

El fin de la historia

Francis Fukuyama

El siglo XX comenzó lleno de confianza en el futuro que al final obtendría la democracia liberal parece volver a esa victoria del liberalismo político y económico. El triunfo de Occidente, de la idea occidental, es evidente, en primer lugar, en el total agotamiento de sistemáticas alternativas viables al liberalismo occidental. Pero este fenómeno seextiende más allá de la alta política, y puede observársele también en la propagación inevitable de la cultura de consumo occidental. Lo que podríamos estar presenciando, según el autor, es el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal occidental como la forma de gobierno humano. Se trata de una victoria que aún es incompleta en el mundomaterial pero que a la larga se impondrá en éste.
El más importante difusor de esta idea fue Karl Mark, pero ello no es original de él, sino que lo tomó prestado de su gran predecesor alemán Friedrich Hegel. Este último creía que el hombre era producto de su entorno histórico y social concreto y pensaba que la historia culminaba en un momento absoluto, en el que triunfaba la forma definitiva,racional, de la sociedad y del Estado.
El Estado que surge al final de la historia es liberal en la medida que reconoce y protege, a través de un sistema de leyes, el derecho universal del hombre a la libertad, y democrático en tanto existe sólo con el consentimiento de los gobernados. En este Estado todas las contradicciones que se dan se resuelven y todas las necesidades humanas, dice el autor, sesatisfacen. No hay lucha o conflictos en torno a grandes asuntos, lo que queda es principalmente actividad económica.
Para entender la postura de Fukuyama es necesario hacer un análisis del idealismo hegeliano. Para Hegel, las contradicciones que mueven la historia existen primero en la esfera de la conciencia humana, en el nivel de las ideas. La ideología no se limita a las doctrinaspolíticas, sino que también puede incluir a la religión, la cultura y el conjunto de valores morales subyacentes a cualquier sociedad.
Según el pensamiento hegeliano toda historia humana está enraizada en un estado previo de conciencia, por tanto, es más preciso hablar de historia de la ideología. Este idealismo no ha sido bien aceptado por los autores posteriores. Marx invirtió por completo los términos,relegando toda la esfera de la conciencia (religión, arte, filosofía, cultura, etc.) a una superestructura que estaba determinada enteramente por el modo de producción prevaleciente.
Para entender mejor esto nos puede servir de ayuda la observación del sociólogo Max Weber en su libro La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo. Al elevarse la tarifa por trabajo entregado se deberíaincrementar la productividad laboral. Sin embargo Weber comprueba que en numerosas comunidades tradicionales de campesinos en realidad lo que pasaba era que disminuía la productividad del trabajador, y así lo hacía porque éste valoraba más el ocio que su renta. La elección del ocio sobre el ingreso, o la vida militarista del hoplita espartano sobre la riqueza del comerciante ateniense, a aun la vidaascética del antiguo empresario capitalista, sobre aquella holgada del aristócrata tradicional, no puede realmente explicarse por el trabajo impersonal de las fuerzas materiales, sino que procede de la esfera de la conciencia. Un tema central de la obra de Weber era probar que, contrariamente a lo que Marx había sostenido, el modo de producción material era en sí una superestructura enraizada en lareligión y la cultura, y que para entender el surgimiento del capitalismo moderno y el incentivo de la utilidad debía uno estudiar sus antecedentes en el ámbito del espíritu.
El peso intelectual del materialismo es tal que ninguna teoría contemporánea respetable del desarrollo económico aborda seriamente la conciencia y la cultura como la matriz dentro de la cual se forma la conducta...