El gobierno interino de león de la barra y entrevista díaz-creelman
El régimen de Porfirio Díaz representó para el país una falta de movilidad democrática llena de anhelos políticos, la nación, aunque aparentemente inmersa en una época de paz creadapor el propio presidente, gestaba en su interior semillas de cambio y de subversión, situación que la invitante entrevista Díaz-Creelman acrecentó en la sociedad mexicana; esta llamada a un reto a supermanencia en el poder llenó de un ánimo renovado a la oposición formal del gobernador y nuevos partidos que serían “gustosamente acogidos como una bendición” por el presidente, según Díaz, el país sehallaba listo para el progreso y la nueva democracia ahora que su labor de poner orden en el país había casi culminado.
A pesar de la pretensión de Díaz sobre no volver al pasado mexicano pletóricode idolatrías, pensamiento mágico y atraso, estaba claro que la sociedad mexicana (como el mismo Porfirio lo reconoce), se hallaba enterrada bajo patrones que moldearon a hombres y mujeres bajo lasreglas; ideales y formas coloniales que desplazaban cualquier mejora o simples ideas de progreso, mismas que el presidente había buscado impulsar al promover una educación científica y positivistadurante su régimen que el autodenominó como un gobierno que buscaba establecer el orden y suprimir cualquier insurrección que amenazara la nueva paz que había alcanzado su bien amada patria.
El contactoque Díaz tuvo con la religión, solo buscaba la “comparecencia del mexicano hacia otro hombre libre de miedos y prejuicios” que tanto afectan a nuestro México cubierto de sombras del ayer y machacado agarrotazos en el vientre, por cuanta revolución (la más violenta de las imposiciones) se asome por sus horizontes.
A la renuncia del presidente Porfirio Díaz, Francisco León de la Barra, tomó el...
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