El gran juego
Este es elcaso también de su novela El gran juego, publicada por primera vez en Alfaguara en 1998 y, más recientemente, en 2010, por Ediciones SM. El relato comienza cuando el joven Leo, buscando un compañeropara jugar a las damas chinas online, comete un error y teclea “quiero jugar a jugar”. Esta simple frase desencadenará toda una serie de misteriosos acontecimientos cuando un personaje desconocido leresponde en su pantalla: “Juguemos a jugar. Hal”.
Los números, los problemas matemáticos y los enigmas son una parte fundamental del argumento que no deja tampoco de lado asuntos filosóficos como el dellibre albedrío:
“Si el funcionamiento del cerebro respondiera a una inexorable cadena de causas y efectos, como el de un automóvil o cualquier otra máquina, nuestros pensamientos y nuestras accionesestarían predeterminados. Si, por el contrario, en el cerebro puede manifestarse el azar microfísico, tal vez tenga sentido hablar de libre albedrío, aunque tampoco está nada claro de qué formanuestro «azar interior» se traduciría en libertad. Como dijo Eddington, la mecánica cuántica no explica el libre albedrío, pero hace menos difícil creer en él”.
Con la ayuda de su profesora Norma y dosamigos de esta, expertos también en teoría de juegos y otras artes matemáticas, Leo se embarca en la búsqueda de la identidad de Hal, alguien demasiado ingenioso como para ser descubierto fácilmente. Elfinal nos deparará una sorpresa inesperada envuelta entre intrigas y peligros.
La mezcla entre ciencia y literatura, ambas vistas como algo muy serio: como un juego, es el rasgo más definitorio de...
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