El Gran Silencio

“Es mi mayor deseo... que hasta él llegue a entenderlo”
Joan Junyent

“Disculpe, Santa, deberíamos hablar”. Santa Klaus miró la joven, con casco y chaleco reflectante, luego, dirigió a su asistente personal una muda pregunta: “¿quién es?”. - ¡Oh!, se trata de Risky, Santa Klaus. La Técnico de Prevención. Es nueva, la ley nos obliga. Verá – le susurró – si le hacemos caso en todo, nollegaremos a entregar los regalos… - Ya…, Ya…– Santa Klaus preguntó a Risky - ¿Y bien joven? - Mire, Santa… - Risky habló claro – Necesitamos su ayuda, necesitamos la implicación de la Dirección, sino, nada funcionará. Falta orden, limpieza… actitud, y todo se soluciona con la cancioncita de “siempre lo hemos hecho igual”. ¿No entienden que cualquier día tendremos un grave problema?. - Bien, bien,jovencita – Santa Klaus procuró a su asistente una mirada cómplice, el eco de la frase “la ley nos obliga” le exigía ser cauto, además, Santa Klaus es bueno por naturaleza - entiendo su preocupación, y se la agradezco. Nuestra web señala de forma clara y manifiesta, nuestro compromiso de velar por la salud y seguridad de todos nuestros empleados, aunque… dicho esto… llevamos ya muchos años y deberemosreconocer que tampoco nos ha ido tan mal ¿no cree?. Siga, siga con su importante trabajo jovencita, se lo tendremos en cuenta al final del ejercicio, no lo dude… - Santa Klaus empezó a andar, dando la conversación por concluida.

Vaya jarro de agua fría. ¡Claro!, por supuesto que había leído la Declaración de Principios de la empresa. Pero frente a Santa, paseando con su gorrito rojo y sus botinesde charol sin protección, ¿qué suponía aquello?. Realidad frente a palabras, palabras, palabras, solo palabras vacías de contenido… -¡Cuidado!, ¡Cuidado!, – un carretilla con regalos pasó rozándola. Risky miró a su alrededor. Carretillas, personas a pie, cruzando por aquí y por allá sin ningún orden, ausencia de señales, poca luz… un caos… un verdadero Santo Kaos…un desproporcionado y absurdomanejo y transporte manual de cargas, ¿Santa Klaus nunca habría visitado un moderno almacén de logística?. Definitivamente, se dijo Risky, este hombre vive en las nubes. Acarició la tentación de tirar la toalla, se suponía que había La Navidad se acercaba veloz y con ella, mayor trajín, más fichado por una multinacional seria y competente, pero unos caos, más contratistas, mayor descontrol. Riskysentía que pocos días le habían bastado para reconocer que su puesto de no podía con todo, una inmensa corriente que la arrastraba, trabajo era para la empresa un puro, sencillo y molesto trámite, poco a poco las fuerzas se le agotaban… burocracia, “la ley obliga”. Lo que tiene vivir pegado al cielo es que las estrellas se tocan Aún así, Risky no era de las que abandonaba a la primera. con las manos.Una noche Risky vio a la Gran Estrella de “Que no lo entiendan ahora no significa que no lleguen a la Navidad cruzar en dirección a Belén, a guiar a los Reyes entenderlo más adelante” se dijo. Magos. Fue visto y no visto, como una estrella fugaz. Risky Y así fue como Risky decidió seguir trabajando sin cerró los ojos y pidió un deseo, pidió… ¡Oh!,bueno, los deseos no se deben contar para que secumplan. Mejor lo dejamos en que desfallecer. Risky pidió un deseo. Y así fue como fueron pasando los días.

Por fin llegó el gran día y Santa Klaus partió con sus renos y el trineo cargado de regalos. - ¡HO¡, ¡HO¡, ¡HO¡, ¡Allá vamos¡ - gritaba Santa Klaus avivando los renos. Apenas unas horas más tarde, las radios empezaron a transmitir con urgencia. De nuevo prisas, también lamentos, una granconfusión que solo se aclaró con la imagen de Santa Klaus regresando con el trineo vacío. Parecía cansado. En un primer momento Risky pensó en lo rápido que Santa Klaus había finalizado su tarea, luego, Santa Klaus cabizbajo, malas caras,… pistas de que algo no andaba bien. Santa Klaus pasó a su lado sin atreverse a mirarle a la cara. - ¿Qué ha ocurrido? – le preguntó llanamente Risky.

- La...