el guerrero
Oíde Yartam de boca de mi abuelo. Cuando crecí, y comencé a dudar intencionalmente, dude de casi todo menos de Yartam. Cuando crecí, y comencé a emprender el camino infinito de minimizar mis "dudas",dedique algún que otro momento a buscar a Yartam en libros de todo tipo: enciclopedias, crónicas históricas y hasta en lugares donde era poco probable encontrar algún dato que certificara la existenciade aquel guerrero mongol.
Busque siguiendo un razonamiento bastante extraño (o no tanto). Inconscientemente creo que una doble fuerza guiaba mi búsqueda desordenada. Por un lado el ansia de descubrirque efectivamente había existido un guerrero mongol llamado Yartam; por otro, el deseo de no encontrarlo nunca y evitar así la posibilidad aterradora de que Yartam fuese sólo un producto de laimaginación de mi abuelo. Sea de una u otra forma, creo que el no haberlo encontrado en ninguno de los lugares en donde busqué , era el destino intrínseco de aquella búsqueda. De hecho las cosas que no hicepara verificar su existencia fueron muchas más que las que hice.
Ni siquiera se cruzó por mis planes viajar a territorio mongol, nunca pregunté por él a profesores especializados en conocimientos quepudieran ser afines, jamás pronuncié su nombre en ninguna conversación sea esta del tipo que fuere, nunca me preocupé siquiera por averiguar si el nombre Yartam podría llegar a ser de origen mongol(después de todo, jamás lo había visto escrito, sólo lo había escuchado, y pronunciado por una sola boca).
Mi memoria reservó a Yartam un extraño lugar. Un sitio entre Julio César y el Hombre de la...
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