El hijo del Rey

En el balcón:
Rubén: ¡Oh mi Rey que su imagen resalta gran sabiduría!, ¿Cómo termino con el mozo que pedía préstamo el día de hoy?
Gerardo: Pues como era de esperarse hijo mío, el mozo pedía mi ayuda y como la persona encargada de ayudar a mi pueblo, tenía que apoyarlo, tenía que auxiliarlo, tenía que ayudarlo.
Rubén: Pero su majestad, discúlpeme, pero esta equivocado.
Gerardo: ¿Por qué lodices?
Rubén: Su deber es el de ayudar al pueblo, no el de regalar dinero del Reino a esas pobres personas, a esos plebeyos que lo único que hacen es pedir y largarse.
Gerardo: ¿Por qué piensas así? El pueblo son todas las personas, incluyendo desde los más pobres a los más ricos. –se va-
Rubén: Por personas como él, con falta de mano dura, no progresamos…
Gerardo: Hijo, necesito tu presencia aquí, porfavor.
Rubén: ¿De qué tengo el placer de ayudarle mi Rey?
Gerardo: Quiero comentarte algo, lo he pensado y … Visitare mi pueblo, ayudare a las personas que necesitan de hogar y hospedaje.
Rubén: ¡Pero Rey, no puede hacer eso! ¿¡No se percata del costo que saldrá al ayudar a todas estas personas!? Y lo más que merecen esos mugrientos seres es seguir en la miseria.
Gerardo: Qué es lo que te abruma,que es lo que te ciega mi querido hijo. ¿Acaso no ves que todas esas personas necesitan nuestro apoyo?
Rubén: ¿Apoyo? ¡Esas personas están ahí por su misma culpa!
Gerardo: No todas las personas nacen con la misma fortuna, es algo que tienes que entender bien hijo.
Rubén: Si Rey, perdone mis palabras…
Gerardo: No te preocupes, eso sí, piensa en los demás, no solo en ti.
Rubén: Sí, así será…
-Se vaGerardo-
Rubén: ¡El Rey es un insolente!, ¿Acaso no se da cuenta de las tonterías que hace?, alguien con cordura tiene que tomar el control aquí… Yo necesito… Y tengo que tomar el puesto de ese al que llaman “Rey”… Pero no… No puedo… El me cuido y me protegió… ¿Ahora qué es lo que haré?
-Se va, se dirige a su habitación y se sienta-
Rubén: Esto es una injusticia, yo sería un mejor Rey, asítendría toda la fortuna de este tonto pueblo.
-Entra Paola, ángel #1-
Paola: Levántate, he venido a darte a conocer tus malos actos, he venido a enseñarte el valor de la humildad, y a ser una mejor persona contigo mismo, mi Señor, el pueblo y vuestro Rey.
Rubén: ¿Qué me vas a enseñar tu a mi? ¡Si yo no necesito saber nada más de lo que ya se! Además, ¿Quién eres tú?
Paola: No necesitas saber quién soy,solo necesitas saber quién eres tú.
Rubén: ¡Pamplinas! Se perfectamente quien soy, soy el futuro Rey, el que se apoderará de este pueblo inmundo.
Paola: “No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” Lucas 5, 32.
Rubén: ¡Patrañas!
-Sale Paola, entra Gerardo-
Gerardo: Hijo mío, recuerda, ya es hora de ir a visitar al pueblo, a escuchar sus peticiones y sus dolencias.
Rubén:Estoy en desacuerdo, pero te acompañare igual Rey.
-Caminan pero antes de eso van a la iglesia-
Rubén: ¿Pero que hacemos aquí mi Rey? ¿No se suponía que iríamos al pueblo?
Gerardo: Iremos, pero antes de todo tenemos que darle las gracias al Señor por su misericordia, siéntate y reza conmigo un padre nuestro, hijo.
-Empiezan a rezar, pero a mitad Rubén sale-




-Entra Mónica (ángel #3) y Rubén.Mónica: ¿Por qué no estás rezando?
Rubén: No necesito a ese Dios, tendré muy pronto todo lo que siempre he deseado.
Mónica: No digas eso, nuestro gran Señor misericordioso siempre está presente para bendecirnos, llenarnos de su amor y su comprensión.
Rubén: No necesito amor y comprensión, solo necesito las riquezas que posee mi Rey.
Mónica: “Nadie puede servir a dos amos, porque odiara a uno y amaráal otro, o se apegara a uno y desperdiciara al otro. No podéis servir a Dios y al dinero” Lucas 16:13
Me volverás a ver y te arrepentirás de tus palabras.
-Sale Mónica-
-Rubén vuelve con Gerardo-
Gerardo: Ven, acércate y oremos a nuestro Dios padre para que nos llene de su gracia.
-Rezan y caminan (volviendo al palacio)-
Gerardo: Hijo mío, tengo que meditar unos asuntos, mientras tú puedes ir a...