El Hipoampo De Oro - Guion

ABRAHAM VALDELOMAR – EL HIPOCAMPO DE ORO

Narrador: La viuda se llamaba la señora Glicina. La casa de la señora Glicina era pequeña y limpia. En la aldea de pescadores ella era la única mujer blanca entre los pobladores indígenas. La señora Glicina tenía una tortuga. Una tortuga obesa, desencantada. Pulcro, de una pobreza solemne y brillante, era el pequeño rancho de la señora Glicina, teníauna gran belleza, mas la señora Glicina no era feliz: viuda y estéril. Decir viuda no es más que decir que su amor había muerto. Un día había aparecido en el lejano límite del mar un barco extraño. La nave llegó a la orilla en el crepúsculo pero no tenía sino un tripulante, un gallardo caballero, de brillante armadura, fiel retrato del Príncipe LohengrinAquella esa noche el caballero durmió conella sin que ella le preguntara nada, porque ambos tenían la conciencia de que eran el uno para el otro, y, al alba, la dorada nave se perdió en la neblina con su gallardo tripulante. Aquel amor fue breve y la señora Glicina fue desde ese momento la viuda de la aldea. Pasaron tres años, tres meses, tres semanas, tres noches. Y al cumplirse esta fecha, la señora Glicina se encaminó por la orilla,hacia el sur. La señora Glicina iba dejando sobre la orilla húmeda las delicadas huellas de sus pies breves.
Pescador de perlas: ¿A dónde vas, señora? No avances más porque en este tiempo suele salir del mar el hipocampo de oro en busca de su copa de sangre.Sra. Glicina: ¿Y cómo sabré yo si ha salido el Hipocampo de oro?
Pescador de perlas: Por las huellas fosforescentes que deja en la arena húmeda, cuando llega la noche...(Avanzaba la viuda y encontró un pescador de corales)
Pescador de corales: ¿A dónde vas, señora? ¿No tienes miedo al Hipocampo de oro? A estas horas suele salir en busca de sus ojos.
Sra. Glicina: ¿Y cómo sabré yo si ha salido el Hipocampo de oro?
Pescador de corales: En el mar se oye su silbido estridente cuando cae la noche y crece el silencio.
(Caminaba laviuda y encontró a un niño pescador de carpas)
Niño Pescador de Carpas: ¿A dónde vas, señora? No tardará en salir el Hipocampo de oro por el azahar del Durazno de las dos almendras...
Sra. Glicina ¿Y come sabré yo dónde sale el Hipocampo de oro?
Niño Pescador de Carpas: En el silencio de la noche cruzará un pez con alas luminosas antes que él aparezca sobre el mar...
Narrador: Caminaba laviuda. Ya se ponía el sol. Caía la noche cuando la viuda se sentó a esperar en una pequeña ensenada. Entonces comenzó a encenderse una huella en la húmeda orilla. Un pez luminoso brilló sobre las olas, un silbido estridente agujereó el silencio. La luna cortada en dos por la línea del horizonte, se veía clara y distinta. Un animal rutilante surgió de entre las aguas agitadas y, en las tinieblas, sucuerpo parecía nimbado como una nebulosa en una noche azul. Tenía una claridad lechosa y vibrante. Chasqueó las olas espumosas y empezó a llorar desconsoladamente.

Hipocampo de Oro: Oh, desdichado de mí, soy un rey y soy e l más infeliz de mi reino. ¡Cuánto más dichosa es la carpa más ruin de mis estados!
Sra. Glicina: ¿Por qué eres tan desdichado, señor? Un rey bien puede darse lafelicidad que quiera. Todos sus deseos serán cumplidos. Pide a tus súbditos la felicidad y ellos te la darán...
Hipocampo de Oro: Ah, gentil y bella señora. Mis súbditos pueden darme todo lo que tienen, hasta su vida, pero no la felicidad. ¿De qué me sirven los corales de que está fabricado mi palacio en el fondo de las aguas sin luz? ¿Para qué quiero los innúmeros ejércitos de lacmas que iluminan el...