El Matadero historia y ficci n
, Esteban Echeverría
Ficción e Historia: lenguaje y representación del
otro.
El matadero es el origen de la ficción argentina. Se lo considera el primer cuento escrito de
nuestra literatura. Pero ese origen, dice Ricardo Piglia, es oscuro, desviado, casi clandestino.
Escrito en 1838, el relato permaneció inédito hasta 1874 cuando Juan María Gutiérrez lo
rescató entre los papeles póstumos de Echeverría (que había muerto pobre y exiliado en
Montevideo en 1851). Y cabe preguntarnos por qué no lo publicó Echeverría. Basta releerlo hoy
para darse cuenta de que el texto es muy superior a todo lo que Echeverría publicó en su vida.
Habría que decir que el autor no lo publicó por temor a represalias y también porque era una
ficción, y la ficción no tenía un lugar en la literatura argentina tal como se la concebía en esos
momentos. El género fundamental de la época y de la clase letrada era la autobiografía, a la
cual se dedicó Sarmiento y en la que se fundían acontecimientos históricos y de vida del
escritor, y tenía una función política fundamental. La clase letrada se contaba a sí misma una
“historia” (o la Historia) bajo la forma de la autobiografía y así se sostenía en el poder: los
grandes hechos de la Historia Nacional eran
sus propios hechos (volveremos sobre esta
distinción más adelante). Echeverría incluye por primera vez al
otro, bárbaro y marginado, en la
literatura, pero esta vez no lo hace desde la autobiografía que legitima la clase letrada, sino
desde la ficción, un género menor. “Las mentiras de la imaginación” de las que habla Sarmiento
deben ser dejadas a un lado. Por tanto, la ficción (como lo es
El matadero
) aparecía como
antagonista del uso político de la literatura y por tanto, sólo fue posible publicarlo 35 años
después, cuando ya la ficción había ganado terreno en la literatura nacional.
Es importante resaltar por qué
El matadero es considerado ficción. La primera razón es porque
los hechos narrados no ocurrieron en realidad. Sin embargo, en la primera línea el narrador
declara: “
A pesar de que la mía es historia, no la empezaré por el arca de Noé y la genealogía
de sus ascendientes como acostumbraban a hacerlo los antiguos historiadores españoles de
América, que deben ser nuestros prototipos”
. En este punto, Echeverría establece una clara
distinción entre la “historia” y la “Historia”. La historia (pequeña, mínima, menor, cotidiana) del
cuento de Echeverría (la del asesinato de un unitario en la matadero) se diferencia de la gran
Historia: la de los grandes acontecimientos narrados por los historiadores; la Historia que,
según los que la escriben –los que tienen el poder de la palabra narra los sucesos más
importantes que conforman una nación. Sin dejar pasar de lado el gesto irónico de Echeverría
al llamar “modelo” a los historiadores españoles que se remontaban a la prosapia de los
actores históricos como fuente de autoridad, tenemos que aclarar que en esta frase hay una
pretensión de parte del autor de poner la historia de
El matadero a la misma altura de la gran
Historia y sus acontecimientos, pues si bien el hecho narrado por Echeverría no ocurrió
“realmente”, en su época estos hechos eran comunes y comparten con lo narrado, por lo
menos, la disputa feroz entre unitarios y federales y la violencia reinante durante la mazorca. Si
pudiéramos hipotetizar sobre el pasado, diríamos que estos hechos pudieron haber sucedido.
Por ello es historia, porque constituye ...
Regístrate para leer el documento completo.