el oso y el puercoespin










RESEÑA ``EL OSO Y EL PUERCOESPIN``
TEORIA DEL ESTADO


En este libro, el autor retoma una fábula que le sirve como hilo conductor. Estados Unidos es un oso que por su misma fortaleza actúa torpemente y que, en ocasiones, pasa largos periodos de hibernación en que ignora la presencia de su vecino el puercoespín. México es ese animal pequeño y a veces temeroso que, a pesar desu aparente vulnerabilidad, tiene espinas que lo protegen de una posible embestida. Estados Unidos puede pisar al puercoespín pero no lo hace; ¿acaso vale la pena la espinada cuando se puede llevar la fiesta en paz? Según Davidow, esta metáfora retrata el signo de las relaciones entre los dos países: la imposibilidad de ir más allá debido a la mutua ignorancia que no permite a la arrogantesociedad estadounidense entender a sus resentidos vecinos del sur y viceversa.

Este libro del ex embajador de Estados Unidos en México de 1998 a 2002 ha tomado chismes y anécdotas de la vida política mexicana. Los rumores que relacionan a prominentes políticos como Ricardo Monreal, Manuel Bartlett o Francisco Labastida con el narcotráfico; la percepción estadounidense de los desatinos del excanciller Castañeda; los tropiezos de las intervenciones de la DEA en México, o los devaneos por la supuesta precipitación de las negociaciones de un tratado migratorio, resultan interesantes en el libro porque están contados desde la perspectiva del estadounidense que manejó esos asuntos desde el búnker de la misión diplomática más grande del país más poderoso del mundo. Pero, más allá de eso, no haydatos que no se hayan ventilado ya en la prensa. Su lectura evidencia que la relación con los estadounidenses, marcada por la ignorancia, el resentimiento y la arrogancia, no cambiará en el corto plazo.

Las razones del resentimiento

México se ha acostumbrado desde la Revolución de 1910 a estar entre la espada y la pared, a la par que los políticos mexicanos no podían realizar sólo reformas proestadounidense sin que los tildaran de ir en contra del espíritu revolucionario o de traidores “vende patrias”. Por eso el sistema político diseñó principios de política exterior que, con una retórica antiimperialista, permitieran la puesta en práctica de políticas de tipo defensivo ante las amenazas que el mundo exterior implicó para la reinvención del Estado mexicano.
La importancia de lapresencia del comunismo fue indirecta pero definitoria. La presión sobre los políticos mexicanos no se centraba tanto en las relaciones de México con la URSS o con Cuba, puntas de lanza del comunismo en Latinoamérica y el mundo, como en las medidas de política interna encaminadas a la reconstrucción nacional. Sin embargo, repetidas veces las políticas de los regímenes posrevolucionarios fueron(des)calificadas como bolcheviques por la opinión pública e incluso la diplomacia y los políticos estadounidenses, aunque esto estaba lejos de la realidad, ya que el México posrevolucionario puede considerarse esencialmente anticomunista, aunque con cierto afán socialista y, sobre todo, estatista.
La presencia del poderoso, como siempre, también era fundamental. La independencia relativa que México tuvopara realizar un proceso de reconstrucción posrevolucionaria, que a veces afectaba los intereses estadounidenses, se explica, en parte, por la distracción que la Primera Guerra Mundial suscitó entre las grandes potencias. Si bien es cierto que, como ha dicho Lorenzo Meyer, la Revolución fue un proceso esencialmente de renovación de las élites políticas, también es cierto que el mundo externo pudoconstituirse en un obstáculo.
Para enfrentar la encrucijada, tres elementos determinaron las relaciones posteriores con Estados Unidos: la formación de principios defensivos y antiimperialistas de política exterior, la institucionalización de las relaciones y la ambigüedad ideológica del nacionalismo revolucionario mexicano frente al bloque soviético. Los congresistas del Constituyente de 1917...