EL PERD N ES TERAPIA DE DIOS

 EL PERDÓN ES TERAPIA DE DIOS: Cuarta palabra: “¡Dios mío, Dios mío! ¿porqué me has abandonado?” (Mt27,45-47).
El salmo 22 de la Biblia hebrea, que nosotros llamamos Antiguo Testamento, es hechopropio por el alma judía de Jesús, sometida al tormento de la soledad, el abandono de todos, el despojo de sus afectos terrenos, el silencio aparente del Padre Dios, el agotamiento físico y el dolorintenso de la cruz. Aunque pareciera un salmo que muestra la oración de un hombre en crisis de fe, de un Jesús que dudara de la paternidad providente de Dios, de su filiación divina con Él, al leerlocompleto encontramos lo contrario: es una verdadera terapia del perdón. Es la terapia de la oración que desahoga todo el dolor acumulado, los miedos torturantes, la autoestima destruida hasta considerarseun gusano, no un hombre (v.7). El perdón hace el milagro de reconocer a fondo el propio presente y volverlo pasado, abriéndose al futuro de Dios. Sin perdón el pasado se vuelve presente eterno y elmalhechor se convierte en el amo de nuestra personalidad, en un auténtico dictador sobre nuestra conciencia. Sin perdón no habrá salud en el ofendido ni paz en la sociedad, ni esperanza de cambio enlos malhechores. Sin perdón perdemos, sí, perdemos el horizonte, nos hundimos en los trastornos del comportamiento, en la esquizofrenia o disociación de la mente y de la vida, en la sicopatía ysociopatía más espantosas. Sin perdón no hay salud, no hay salida, no hay futuro. Nos condenamos al infierno eterno, a la guerra permanente, al absurdo y la paradoja de vivir en un paraíso infernal o en uninfierno paradisiaco. El salmista recorre con su oración su pasado, desde sus padres, desde el comienzo en el seno materno, y recorre el presente de martirio que vive, pero se libera de él y avista ya elfuturo de su vida: “Me hará vivir para Él, mi descendencia le servirá, hablar4án del Señor a la generación futura” (v.31). 
La cuarta palabra nos hace sentir, entonces, el aliento de Cristo...