el perdon



Un día antes de su muerte, Lucía, había acudido a una comisaría de familia. Lucía Esperanza Parada Ramírez, la mujer que fue asesinada hace tres meses por su esposo en El Poblado, de Tunja, es una historia de maltrato, infamia y deshonra. Mientras Luis Eduardo Rodríguez Espitia, un conductor de buseta, espera que un juez lo absuelva por el homicidio de su esposa, la Fiscalía recogió lostestimonios y las pruebas de que durante 20 años él la sometió a una vida de asedio, humillación, golpes y maltrato verbal. En la madrugada del pasado 3 de noviembre, con una certera puñalada en el corazón se cumplió la reiterada sentencia que Luis Eduardo le repitió a Lucía durante años: "si no es para mí, no es para nadie". "Perdóneme, pero se lo advertí", le habría dicho él esa madrugada cuandoella llegaba de una reunión social de trabajadores de la Uptc. Las únicas palabras que salieron de boca de ella fueron "¿qué me hizo?" Esa señal alertó a la hija mayor del matrimonio de que nuevamente algo sucedía entre sus padres, pero por su cabeza jamás pasó la idea de que esos iban a ser los últimos instantes de vida de su progenitora. Luis Eduardo había tomado el cuchillo más largo, de la cocinacon la sierra más marcada y había agredido de muerte a Lucía, quien tan solo pudo dar un par de pasos hacia su hija antes de desplomarse. Él, con su ropa impregnada con la sangre de la que hasta ese instante fue su esposa, había escapado, pero su meta de huir se truncó con la aparición de los policías que lo capturaron en el barrio Montecarlo. Esa madrugada había terminado una historia demaltrato intrafamiliar que no había tenido eco entre las autoridades a las que en muchas ocasiones Lucía les pidió auxilio. Incluso el día anterior a su muerte, Lucía, cansada del asedio, las agresiones y la presión de su esposo había acudido con él a una comisaría de familia donde habían sido citados para una conciliación, pero la audiencia fracasó. Nuevamente allí él lanzó su ya acostumbrada sentencia"si no es para mí, no es para nadie". Lucía estaba próxima a recibir su título profesional como licenciada en informática y tecnología de la Uptc, y por esa misma razón había decidido que era el momento indicado para iniciar una nueva vida lejos de su esposo, pero al lado de sus tres hijas; sin embargo, Luis Eduardo cercenó ese ideal. Las escenas de violencia al interior del hogar eran constantes.Allegados a la pareja narraron a las autoridades episodios como el protagonizado una noche cuando ella salió de clases, él la recogió en la buseta y empezó a gritarla delante de los pasajeros, a quienes les pidió que se bajaran porque hasta ahí llegaba la ruta. Llegaron a la casa y él, que siempre cargaba un bolso lleno de monedas, se lo lanzó a la cara hiriéndola. Recuerdan otro momento cuandoLucía le llevó el almuerzo a su lugar de trabajo y Luis Eduardo se lo arrojó por la cara. Cuentan que últimamente la vida en la casa se habían vuelto insoportable ante los celos infundados de Luis Eduardo con su esposa, de quien se dice jamás descuidó su hogar, ni su matrimonio ni sus hijas pese a sus múltiples ocupaciones.



El político chocoano José Nilson Quinto Correa, sindicado por lasautoridades de golpear a su esposa Gloria Mosquera y a su hijo de 7 años, fue interceptado por la Policía a la entrada de la sede de la Fiscalía en la capital de ese departamento. Quinto, a quien las autoridades lo buscaban desde el martes 4 de diciembre, cuando fue proferida una orden de captura en su contra por su presunta responsabilidad en la agresión que sufrieron sus familiares en Quibdó,argumentó que antes de ser capturado buscaba entregarse ante la justicia para responder a los señalamientos por violencia intrafamiliar y lesiones personales. De acuerdo con el reporte de las autoridades, el ataque ocurrió en la madrugada del sábado 1 de diciembre en la vivienda que comparte la pareja en el sector El Paraíso de Quibdó. Según la información preliminar, Quinto estaba en estado de...