EL PODER COMO MECANISMO DE REPRODUCCIÓN DISCURSIVA Y FRAG-MENTACIÓN SOCIAL

Un recorrido general por los postulados de Michel Foucault y su obra, nos permite dilucidar una aproximación a la noción de discurso. Sin embargo, el propósito central del presente texto consiste en reflexionar de qué manera el poder se convierte en la característica principal de toda producción discursiva, dando lugar a una fragmentación social de las comunidades a partir de la reproducción dediscursos claramente diferenciados. Con el fin de apoyar la anterior hipótesis, se parango¬nan documentos de Michel Foucault entre los cuales se encuentran El orden del dis¬curso (2005), La arqueología del saber (2002a) y Vigilar y castigar (2002b). Asimismo, se retoman postulados del texto Las cosas del decir (1999) de Helena Calsamiglia y Amparo Tusón.

En los documentos analizados se evidenciala relación de los discursos con el poder, siendo este último el responsable de promover una constante ritualización y división de los grupos sociales dando lugar a las instituciones, por un lado, y al grupo de los sometidos, por el otro, conformado por la mayoría de las personas del común, cuales asumen de manera irreflexiva las construcciones discursivas generadas por el primero. Claro ejemplode lo anterior se muestra en Las cosas del decir donde las autoras afirman que todas las personas, como miembros de grupos socioculturales, for¬man parte de la compleja red de relaciones de poder y de solidaridad, de domina-ción y de resistencia que configura las estructuras sociales siempre en tensión en¬tre la igualdad y la desigualdad, la identidad y la diferencia. (Cfr. Calsamiglia y Tusón,1999, p. 16). En ese sentido, los discursos y su fragmentación se hallan me¬diados por los procedimientos que se generan en torno a ellos según los objetivos que se tengan, puesto que sus usos tienen una ideología o una visión del mundo, así como unas intenciones, metas o finalidades concretas en cada situación de comunicación, las personas emplean estrategias encaminadas a la consecución de estosfines. (Ibídem, p. 16)

De acuerdo con lo anterior, son claras las distinciones sociales basadas en un ele-mento imprescindible: el poder, que permea todas las actividades del sujeto siendo un efecto del discurso, de manera que es el mismo sujeto el que reproduce las relaciones de poder dadas por la palabra a quien la domine; esto lleva a pensar que con él no sólo se manifiesta o encubre eldeseo, sino es en sí objeto de deseo, aquello de lo cual cualquiera quiere adueñarse. Al respecto Foucault incita a cuestionar el hecho que con el discurso se le otorgue poderes a personas específicas, tal es el caso de predecir el porvenir, autenticar una partida y consagrar el cuerpo de Cristo en pan y vino (Cfr. Foucault, 2005, p.15-16). En efecto, es el po¬der aquello que permite particionar losdiscursos en una comunidad, determinar quiénes tienen derecho a acceder a ellos, porque con ese objeto de deseo se ad¬quiere una distinción social, un estatus, un prestigio; nótese, en ese sentido, la di¬ferenciación entre colectivos entre los que se destacan por citar algunos: médicos-pacientes, abogados-clientes, profesores-alumnos.

Otra muestra de jerarquización del discurso, se encuentra enLa arqueología del saber donde también se le entiende como interrelación de enunciados que “pueden ser legí-timamente descritos mediante el agrupamiento provisional y visible” (Foucault, 2002a, p. 50). Foucault sostiene que para analizar su configuración, es preciso te¬ner en cuenta las unidades no desde su nivel interno sino preguntando qué unidades forman “con qué derecho pueden reivindicar undominio que las individualiza en el tiempo; con arreglo a qué leyes se formulan; cuáles son los acontecimientos discursivos sobre cuyo fondo se recortan” (2002a, p. 42). Estas delimitaciones mencionadas son las que conllevan a las formaciones discursivas mediadas por reglas internas de funcionamiento. De esta manera, se lleva a conso¬lidar lo que el filósofo conoce con el nombre de “sociedades de...