El Racismo
Páginas: 2 (269 palabras)
Publicado: 22 de enero de 2013
El racismo
Ganas, vivas ganas, sobran de desarraigarse las hebras de la cabeza desde su raíz hasta sentir un ligero (al menos) escozor, cuando se escucha salir de laboca de un dominicano (palabra que podría ser sinónimo de mulato) insultos discriminatorios en contra de los colindantes haitianos habitantes en el país.
Laatribulación por el racismo sólo se escucha provenir del alma lacerada con este mazo incoherente, no del que golpea, lógicamente. El mexicano sufre y alza la voz por la discriminacióndel estadounidense; el dominicano por la discriminación del argentino; el haitiano por la discriminación del dominicano; y de esta forma sucesivamente.
El asunto no escomo para darle muchas vueltas. El pobre no es quien menosprecia al rico, ni el mendigo al rey. Lo contrario sucede pocas veces. Quien ostenta mayor poder, dinero yeducación (parece ser) se inclina a marginar al inferior en cuestión a los términos anteriores.
En este círculo vicioso, aquél que ostenta más recursos y razones que parecen serle animan a discriminar no le inquieta el tema del racismo. Ahora bien, aquel que se encuentra en una posición intermedia en este esquema discriminatorio ¿qué estúpidasrazones, conociendo la amarga sensación del sentimiento de la marginación, pueden alegar para flagelar a otros (inferior en cuanto a los elementos ya referidos) con la mismainconsciencia(o evasión de consciencia) e inclemencia con la que han sido castigado?
El racismo es prejuicioso y por tanto termina siendo inconsciente, heredado de lascostumbres de los antepasados. Los discriminantes deberían despabilarse, analizar sus juicios condicionados por conceptos erróneos y enmendar lo mal concebido y hecho.
Ganas, vivas ganas, sobran de desarraigarse las hebras de la cabeza desde su raíz hasta sentir un ligero (al menos) escozor, cuando se escucha salir de laboca de un dominicano (palabra que podría ser sinónimo de mulato) insultos discriminatorios en contra de los colindantes haitianos habitantes en el país.
Laatribulación por el racismo sólo se escucha provenir del alma lacerada con este mazo incoherente, no del que golpea, lógicamente. El mexicano sufre y alza la voz por la discriminacióndel estadounidense; el dominicano por la discriminación del argentino; el haitiano por la discriminación del dominicano; y de esta forma sucesivamente.
El asunto no escomo para darle muchas vueltas. El pobre no es quien menosprecia al rico, ni el mendigo al rey. Lo contrario sucede pocas veces. Quien ostenta mayor poder, dinero yeducación (parece ser) se inclina a marginar al inferior en cuestión a los términos anteriores.
En este círculo vicioso, aquél que ostenta más recursos y razones que parecen serle animan a discriminar no le inquieta el tema del racismo. Ahora bien, aquel que se encuentra en una posición intermedia en este esquema discriminatorio ¿qué estúpidasrazones, conociendo la amarga sensación del sentimiento de la marginación, pueden alegar para flagelar a otros (inferior en cuanto a los elementos ya referidos) con la mismainconsciencia(o evasión de consciencia) e inclemencia con la que han sido castigado?
El racismo es prejuicioso y por tanto termina siendo inconsciente, heredado de lascostumbres de los antepasados. Los discriminantes deberían despabilarse, analizar sus juicios condicionados por conceptos erróneos y enmendar lo mal concebido y hecho.
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