El Ratrato de Dorian Gray (Guión Teatral) Cap. 1

El Retrato de Dorian Gray

PERSONAJES:
Basil Hallward
Lord Henry Wotton
Mayordomo

LUGAR: Londres
TIEMPO: Finales del siglo XIX.

(En el estudio había un fragante olor a rosas, el ligero vientecillo de verano que pasaba entre los árboles del jardín penetró a través de la ventana abierta, trajo con él un aroma de lilas y un delicado perfume de flores de cardo.
Desde el diván persa, lordHenry Wotton se encontraba fumando innumerables cigarrillos como era de costumbre, viendo las flores de color. De cuando en cuando se veían las sombras de los pájaros que volaban tras las cortinas de seda del gran ventanal, dando un ambiente japonés que hacía pensar en las caras pálidas de los pintores de Tokio, que a través de un arte necesariamente inmóvil quieren expresar el sentido de lavelocidad y el movimiento. El sordo murmullo de las abejas abriéndose paso a través de los grandes arbustos o volando con monótona insistenencia alrededor de las flores de alguna madreselva hacía que la calma fuera aún más opresiva. El ruido de Londres era como la larga nota de un lejano órgano.
En el centro de la habitación, hay un caballete, y en el un gran retrato de un joven de extraordinariabelleza, y frente a él, a poca distancia, estaba sentado
el artista mismo, Basil Hallward.


Mientras el pintor miraba el gracioso y bello retrato que su arte había creado, una sonrisa de placer iluminó su rostro y se mantuvo en él. Pero de pronto se estremeció y cerró los ojos, llevándose las manos a la cara, como si hubiera querido detener en su cerebro algún pensamiento o algún curioso sueñodel que no quisiera despertar)
LORD HENRY: Es tu mejor obra, Basil, lo mejor que has hecho en tu vida. Debes enviarlo el año que viene a Grosvenor. La Academia es demasiado grande y demasiado vulgar. Cuando he estado en ella ha habido siempre tanta gente que no he podido ver los cuadros, o ha habido tantos cuadros que no he podido ver a la gente, lo cual es peor. Grosvenor es realmente el mejorsitio.
BASIL HALLWARD: Creo que no lo enviaré a ninguna parte. (Contestó él, echando hacia atrás la cabeza) No; creo que no lo enviaré a ninguna parte.
(Lord Henry levantando los ojos, lo miró asombrado a través de las azuladas columnas de humo que salían de su cigarrillo)
LORD HENRY: ¿Qué no lo enviarás a ningún sitio? Pero, mí querido amigo, ¿por qué? ¿Tienes alguna razón especial? ¡Qué rarosson los pintores! Tú trabajas para ganarte un nombre. Cuando lo tienes en tus manos, pareces no querer conseguirlo. Lo raro de ti es que crees que lo peor que hay en el mundo, aparte que no hablen de ti, es que hablen de ti. Un retrato como éste puede hacerte llegar lejos entre los jóvenes ingleses y puede hacer que los viejos te tengan envidia, si es que son capaces de sentir alguna emoción.BASIL HALLWARD: Sé que te reirás de mí, (replicó), pero realmente no puedo exhibirlo. He puesto demasiado de mí mismo en él.
(Lord Henry se estiró en el diván riendo.)
Sí, sabía que te reirías; pero es completamente cierto.
LORD HENRY: ¡Demasiado de ti mismo! Te doy mi palabra, Basil, de que no sabía que eras tan vanidoso. No encuentro ningún parecido entre tú, con esa cara grande y áspera y esepelo negro, y el joven Adonis de ese cuadro que

parece como si estuviese hecho de marfil y hojas de rosa. Porque, mi querido Basil, él es un Narciso y tú..., bueno, tú tienes una expresión intelectual, pero nada más. Belleza, lo que es belleza, termina donde empieza la expresión intelectual. La inteligencia es un tipo de exageración y destruye la armonía del rostro. En el momento en que unose pone a pensar, se hace todo nariz, o todo frente, o alguna cosa horrible por el estilo. Fíjate en los hombres importantes de todas las profesiones. ¡Qué horribles son! Excepto, por supuesto, los clérigos. Pero ellos no piensan. Un obispo vuelve a decir a los ochenta años lo que dijo ya a los dieciocho, y esto, como consecuencia natural, hace que siempre parezca delicioso. Tu misterioso joven...