El retorno de lo político

EL RETORNO DE LO POLÍTICO
Chantal Mouffe
PLURALISMO AGONÍSTICO
Lo que caracteriza a la democracia pluralista en tanto forma específica del orden político es la instauración de una distinción entre las categorías de “enemigo” y de “adversario”. Eso significa que, en el interior del “nosotros” que constituye la comunidad política, no se verá en el oponente un enemigo a abatir, sino unadversario de legítima existencia y al que se le debe tolerar. Se combatirán con rigor sus ideas, pero jamás se cuestionará su derecho a defenderlas.
Esta manera de antagonismo (relación con el enemigo) y agonismo (relación con el adversario), podemos comprender por qué el enfrentamiento agonal, lejos de representar un peligro para la democracia, es en realidad su condición misma de existencia. Porcierto que la democracia no puede vivir sin ciertas formas de consenso, debe permitir que el conflicto se exprese, y eso requiere la constitución de identidades colectivas en torno a posiciones bien diferenciadas. En lugar de considerar la democracia como algo natural y evidente o como el resultado de una evolución moral de la humanidad, es importante percatarse de su carácter improbable e incierto.La democracia es frágil y algo nunca definitivamente adquirida, pues no existe “umbral de la democracia” que una vez logrado, tenga garantizada para siempre su permanencia.
DEMOCRACIA RADICAL Y PLURAL: UN NUEVO IMAGINARIO POLÍTICO
La tensión entre consenso y disenso es donde se inscribe la dinámica agonística de la democracia pluralista. De allí de una doble reflexión, por una parte sobre lamanera en que se puede asegurar la adhesión a los valores ético-políticos que definen esta forma política de sociedad y, por otra parte, sobre las diferentes interpretaciones que se pueden dar de los valores, es decir, sobre las diversas modalidades de ciudadanía y las formas posibles de hegemonía.
Muchos pensadores liberales afirman que para garantizar la fidelidad de las institucionesdemocráticas es indispensable suministrarles un fundamento racional. Sin embargo, solo mediante la multiplicación de las prácticas, de las instituciones y de los discursos que modelan “individualidades democráticas” se puede contribuir a consolidar el consenso acerca de las instituciones democráticas.
Hoy en día el ciudadano democrático solo es concebible en el contexto de un nuevo tipo de articulaciónentre lo universal y lo particular, para indicar que lo universal se inscribe en el corazón mismo de lo particular y en el respeto a las diferencias .El objetivo de una política democrática, por tanto, no es erradicar el poder, sino multiplicar los espacios en los que las relaciones de poder estarán abiertas a la contestación democrática, con vistas a la creación de las condiciones de un auténticopluralismo agonístico que inscribe la dinámica inherente a la democracia radical y plural.

“DEMOCRACIA RADICAL: ¿MODERNA O POSMODERNA?”
La discusión de lo posmoderno, que hasta ahora se había centrado en la cultura, ha adoptado un giro político. Habermas cree que el surgimiento de formas universales de moral y de derecho es la expresión de un proceso colectivo irreversible de aprendizaje, yque negar esto implica negar la posmodernidad, minar los fundamentos mismos de la existencia de la democracia.
La característica fundamental de la modernidad es el advenimiento de la revolución democrática, como un nuevo tipo de institución social en el que el poder, el derecho y el conocimiento están expuestos a una indeterminación radical. De modo que lo instituído nunca llega a ser loestablecido y el presente resiste a toda definición. Es así como la democracia se caracteriza por la disolución de las marcas de certeza.
La referencia a la posmodernidad en filosofía quiere ser un reconocimiento de la imposibilidad de cualquier fundación última de la forma democrática de sociedad y por ende de la modernidad misma. Este reconocimiento se produce después del fracaso de distintos...