El rey y el mendigo

El rey y el mendigo

Érase una vez en un pueblo lejano un rey rico y poderoso, dotado de una gran inteligencia, y aún una mayor soberbia. Era tan grande su orgullo, que nadie le parecía un rivaldigno para disfrutar de su afición favorita, el ajedrez, e hizo correr la voz de que daría la cuarta parte de sus riquezas a quien mostrara tener la dignidad suficiente como para jugarle una partida.Pero, si el rey no lo consideraba digno, sería decapitado de inmediato por él mismo.
Muchas personas intentaron el reto y arriesgaron sus vidas desafiando al orgulloso rey. Fueran ricos o pobres,torpes o inteligentes, para el rey no eran lo suficientemente dignos, pues o no eran sabios jugadores, o no podían rivalizar con su poder. Con el transcurrir de los días y más tarde meses,desaparecieron los rivales poco a poco, y el rey comprobó satisfecho y orgulloso que no había en la tierra nadie digno de enfrentarse a él.
Muchos años después, un pobre mendigo se acercó al palacio con laintención de jugar una partida de ajedrez contra el rey. De nada sirvieron los consejos de aquellos con quienes se cruzó, que trataban de evitarle una muerte segura, y finalmente consiguió llegar al rey,quien al ver su harapiento y horrible aspecto no podía creer que a aquel hombre se le hubiera ocurrido por la cabeza ser un digno rival suyo.
- ¿Quién eres? – preguntó el rey furioso.
- Soy unmendigo del pueblo – respondió sereno y calmo.
- Y, ¿Qué te hace pensar que eres digno de enfrentarte a mí, esclavo?- dijo el rey irritado, haciendo llamar al verdugo para que luego este mendigo seaejecutado.
- Que yo te perdono lo que tú vas a hacer. ¿Serías tú capaz de hacer eso?- respondió tranquilo el mendigo.
El rey quedó paralizado con las palabras del mendigo. Nunca hubiera esperado algoasí, y cuanto más lo pensaba y analizaba, más sentido tenían las palabras de aquel hombre. Si le condenaba a muerte, el mendigo tendría razón, y resultaría más digno que él mismo por su capacidad para...