El Sap

La leyenda del SAP 2ª Parte:
En primer lugar a mi entender quedo claro que el debate sobre la existencia de este síndrome es bastante fútil hasta que no lleguemos a una concepción común del términoal que nos referimos, igual que ocurre con otros conceptos como el altruismo o el amor, de los cuales cada individuo tiene su propia concepción y por tanto es muy difícil de probar su existencia oinexistencia.
Al igual que dije en la primera parte de esta práctica otro punto importante es el de que el mero nombre que le pongamos a algo condicione nuestra percepción sobre este algo. En relacióncon lo que se hablo del nominalismo, que los nombres que damos a las cosas sean entes en sí mismos a los que se han de adaptar las distintas realidades y no que como a mi entender debería ser, seanlas circunstancias particulares las que nos lleven a deducir la realidad individual de las cosas, acontecimientos, y sobre todo personas y sus relaciones es un error.
Más concretamente en cuanto a laspolémica de la existencia del SAP me reafirmo en mi anterior posición y por las razones que ya esplique en el documento anterior pienso que si que podría existir cierto grado de manipulación enalgunas ocasiones. Ahora bien, que algunos casos muestren esta intención por parte de un progenitor por poner en contra del otro a su hijo (en ocasiones con total justificación ya sea por antecedentes demaltrato o negligencias) no es recurso suficiente para que se escuden bajo las tres siglas todas las defensas en los casos de custodia parental. Porque ya se sabe del peligro de dar nombres a las cosas,condicionados por nuestros fines o intenciones.
Cualquier comportamiento o circunstancia que es “extraño”, subversivo, o que parece que se sale del tiesto parece necesitar de un nombre que locatalogue como pernicioso y se tenga que curar, encauzar o castigar. ¿Pernicioso para quién? digo yo. El esquizofrénico mas irreverente aquí podría ser el chaman más respetado de la aldea en alguna tribu...