El Ser Y El Parecer2

El ser y el parecer.
Hay una diferencia sustancial entre ser y deber ser. También (quizás en un grado mayor de nocividad) hay gran diferencia entre ser y parecer. Sin embargo ambos casos postulan una ausencia: de carácter o de identidad.
Ser la sal de la tierra exige una esencia, reclama un modo de ser. Ser cordero entre lobos requiere un comportamiento, una forma de procesar la vida, devivirla. No se puede ser sal sin el Sazonador como no se puede ser cordero diferente al Cordero. Y para serlo debemos recordar cómo vivió y cómo murió ese Sazonador, ese Cordero.
No reconocer en el modo de vivir y de morir de Jesús un modelo de morir y de vivir para los cristianos será, en el mejor de los casos, un vaciamiento absoluto del verdadero sentido de la existencia de la Iglesia en la Tierra.No vivir ni morir acorde a ese modelo (por comodidad, conveniencia o incapacidad) redundará en un cristianismo infértil, una burda pantomima, una copia falsa que (como un billete trucho) no tiene ningún valor.
En las apelaciones de Jesús de ser ovejas, ser sal, ser luz, se evidencia una idea clara: apunta a la esencia. Y la esencia no es otra cosa que el fundamento que hace que algo sea eso y nootra cosa. Una especie de atributo fundamental de identidad permanente. Si se pierde la esencia se deja de ser lo que se era y se pasa a ser algo distinto. Y a riesgo de caer en la exageración de la redundancia y de los lugares comunes, no podemos dejar de decir que la esencia de Cristo debería ser la esencia de todo cristiano.
Ovejas entre lobos no implica reconocimientos y simpatías. Luz en lastinieblas no da una idea de aceptación unánime. Sal de la tierra no plantea un pasaje ameno por esta vida. La Iglesia necesariamente deberá sufrir su existencia en esta tierra, sufrirla en el sentido de lucha y compromiso con una humanidad que la rechaza. Cuando los cristianos no se conduelen con la tragedia del mundo, ni les importan las injusticias sufridas por los otros, han perdido suesencia. Cuando los cristianos no se comprometen con la realidad que los rodea, ni tampoco intervienen en ella para intentar torcerla en pos de una fe que puede cambiar a las personas, han dejado de vivir como vivió el Cordero y han pasado a ser lobos entre lobos. La ley del amor pasa a ser fagocitada por la ley de la jungla donde uno se come al otro, donde el otro no importa, donde solo importa el yo.Un rasgo esencial de Jesús fue su concordancia entre su discurso y su accionar. Como si ambos planos se unieran en un mismo modo de hacer didáctica. Teoría y práctica a la vez. Es más, si miramos detenidamente su vida podríamos asegurar que fue más práctica que teoría, o que con la práctica enseñaba teoría. Y en esa pedagogía admirable, en ese modo irrefutable de hacer teoría a través de suaccionar cotidiano, los grandes destinatarios fueron los demás, nunca Él mismo.
Cuando la Iglesia se comienza a pensar como un fin en sí mismo, como un teorizar per se casi sin accionar o accionar per se, ha tergiversado el mandato de su Maestro. Y esta dura realidad lleva a borrar sutilmente el sentido de su existencia y la razón de su salinidad. Cuando ya no le duele el dolor ajeno ni le molesta lainjusticia, ha pasado a ser asimilada por ella. Se ha acomodado a un bienestar que le resulta fácil y justificable. Un gregarismo que la ha llevado a cerrar sus puertas para adentro bajo un promisorio pretexto escatológico: el mundo no va a mejorar. Y no creo que los cristianos deberían olvidarse del fin de los tiempos, en absoluto, pero jamás deberemos dejar de ser sensibles y solidarios con latragedia humana.
Ser luz es tener una esencia. Ser oscuridad no. La oscuridad no es más que la ausencia de luz pero no al revés: nunca la luz será ausencia de oscuridad. No se puede definir por lo que no es. Se define por lo que es; por eso repito: ser luz es tener una esencia.
A veces pensamos que lo que nos define como cristianos es lo que nos diferencia de los “no cristianos”. Creemos que nos...