El sexto
Otra tentación fue buscar una continuación entre Gabriel, la voznarrativa y personaje principal, en quien, por ser un serrano con altos “ideales de justicia y libertad” (77) y “un estudiante sin partido” (31) se podría trazar una continuidad con Ernesto de Los ríosprofundos, en quien ya se percibía gran sensibilidad social. De todas maneras, a pesar de estos deslumbramientos efímeros, decidí seguir abocada a mi faena, a pesar de que en esta oportunidad la pagasea magra y el esfuerzo más arduo.
Encontré que a lo largo de toda la obra hay rastros de creencia cristiana en algunos presos, aunque más no sea una ligera mención de Dios. Tal es el caso delpiurano, que ante el injusto e inhumano trato que recibían los más débiles de la penitenciaría exclama “No hay dios” (52) Caso similar fue el de Luis, quien lo invoca como el último recurso de establecerjusticia y castigo (87) y otro preso se refiere a Dios como un modelo a imitar de alguien que no murió “feliz, a pesar de que salvaba al mundo” (69) .
El único preso que demuestra visiblemente...
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