El Sindrome De Dow

Lo que sí está perfectamente

claro a estas alturas es que una adecuada

atención afectiva, educativa y social, aplicada

desde los primeros momentos sobre estos niños,

van a influir decisivamente en el desarrollo

de sus potencialidades, generalmente

subestimadas por nuestro entorno social.

Vivimos en un momento de cambios, de mejoras,

en lo que respecta a lasensibilización

ante el SD desde muchas perspectivas, entre

ellas la médico-científica, lo cual se está

traduciendo en que estas personas disfruten,

cada vez más, de una buena salud y

una vida más larga y feliz.

El Síndrome de Down no es obstáculo para Maru |

Autora: Mireya Tabuas
Fuente: Diario El Nacional - Lunes 22 de Marzo de 2004
Publicado con la autorización delDiario El Nacional
(Caracas, Venezuela)María Eugenia Bracho es seguramente una de las primeras personas con anomalía en los cromosomas que se gradúa de bachiller en Venezuela. Tras finalizar exitosamente la mención Humanidades en la escuela comunitaria Luisa Goiticoa, estudia actualmente para ser técnico medio en Teatro en la escuela César Rengifo. Su logro es mayor pues en el país la integración delas personas con discapacidad cognitiva en el aula regular es todavía letra muerta Maru quiere ser actriz. Ya está decidido.Lo supo la primera vez que fue al ensayo de un grupo teatral y salió a la calle diciéndole a su mamá: “Estoy muy contenta porque éste es el primer día de mi carrera profesional”. Es una meta que, como todas las que antes se ha trazado, va a cumplir. Nada la detiene, nisiquiera el hecho de tener un cromosoma de más.Tener Síndrome de Down no detiene a esta revolución llamada María Eugenia Bracho, quien desde niña hizo natación y ballet, realizó su escolaridad completa — desde preescolar hasta 5º año— en un colegio regular y el año pasado se graduó de bachiller mención Humanidades en la escuela comunitaria Luisa Goiticoa de Caracas. La vida es un reto, lo sabe Maru, yeso le gusta más, eso la hace más feliz.Actualmente, Maru tiene 20 años de edad y cursa primer trimestre en la escuela de Arte Dramático César Rengifo que otorga el título de técnico medio en Teatro.“Lo más importante es la disciplina, leer todo el tiempo”, sentencia Maru, a quien le interesa el teatro y no el cine y la televisión porque en la escena está el público y ese encuentro con la gente lefascina.“Primero que nada me gradué de bachiller, ahora tengo que representar a mi familia”, destaca la joven, que se sabe ahora grande.Con un apoyo familiar intenso y una gran aceptación de la comunidad educativa de la que formó y forma parte, Maru es un ejemplo — en este Año Iberoamericano de las Personas con Discapacidad— de todos los logros que son posibles cuando se les da una oportunidad alos muchachos con necesidades especiales relacionadas con el retardo mental.Sin embargo, la historia de María Eugenia no es común. El sistema educativo venezolano ofrece pocos espacios a los muchachos con necesidades especiales, sobre todo a aquellos que tienen condiciones que comprometen la capacidad cognitiva. Las opciones de ser integrados en un aula de clases regular van disminuyendo a medidaque pasan los años, como explica la directora de la Fundación Paso a Paso, Angela Couret. “En preescolar hay muchos colegios que integran a los niños con necesidades especiales, en básica menos y en bachillerato tres o cuatro en Caracas”.Aunque no todos los expertos en psicopedagogía abogan por la integración en el aula porque no necesariamente les garantiza logros académicos a los muchachos condeficiencias cognitivas, otros opinan que es lo mejor para que el niño especial conviva en un ambiente más parecido a la sociedad y no discriminado. Para Maru ha sido básico este ambiente integral.Así lo decidió su madre, María Elena Zapata, desde que la niña era muy pequeña.
Superando barrerasMaru es la única hija de María Elena, directora de Proyectos del Banco del Libro. Si bien esta señora...