El trasfondo del siglo III

I. Introducción: El trasfondo del siglo III
El lapso temporal: desde el acceso al trono de Diocleciano en el 284 d.C (la fecha convencional de inicio del Bajo Imperio romano) hasta fines del siglo IV, cuando, a la muerte de Teodosio I en el 395 d.C, el imperio de dividió entre sus 2 hijos, Honorio en Occidente y Arcadio en Oriente. Discurre entre el siglo IV y el siglo VII y que se cierra conlas invasiones árabes, sino sobre el siglo IV. Fue éste el siglo de Constantino, el primer emperador en abrazar y apoyar el cristianismo, fundador de Constantinopla, la ciudad que iba a convertirse en capital del Imperio bizantino y que seguiría siéndolo hasta su toma por parte de los turcos otomanos en 1453. El verdadero final del Imperio romano, en lugar del 476 d.C, fue cuando se depuso enOccidente el último emperador.
Al período que arranca con Diocleciano se le denomina, a veces, el “Dominatum”, puesto que el emperador recibía el tratamiento de dominus (“señor”), mientras que en el Alto Imperio (el llamado “Principado”) se le había tratado de forma muy distinta: simplemente como princeps (primer ciudadano).
Para apreciar la diferencia no se comenzará con Diocleciano o con elsistema “Tetrárquico” que instituyó en un intento de recuperar la estabilidad política (de acuerdo con el plan de Diocleciano, 2 emperadores-Agusti- habían de compartir el poder, cada uno con un cesar que, a su debido tiempo, habrían de sucederle). La llamada crisis del siglo III fue señalada por una constante y rápida secesión de emperadores entre los años 235 y 284, por un estado de guerra, interiory exterior, casi ininterrumpido, combinando con el desmoronamiento completo de la moneda de plata y el recurso del estado a las exacciones (acción y efecto de exigir impuestos) en especies. Esta coyuntura quedó parcialmente bajo control con Diocleciano, cuyas medidas de reformas se vieron luego continuadas por Constantino (306-337), sentándose así las bases de la recuperación del siglo IV.“Crisis del siglo III”, “época de transición”, “era de los emperadores soldados”, “edad de la anarquía”, “monarquía militar”, como se lo quiera denominar, los historiadores se han puesto de acuerdo en que el período crítico del siglo III comenzó con el asesinato de Alejandro Severo en el año 235 y duró hasta el ascenso de Diocleciano en el año 284. El primer síntoma, y el más evidente en manifestarse, loconstituyó la rápida sucesión de de emperadores después de Severo; la mayoría duró sólo unos meses y encontró un final violento, a menudo a manos de sus propias tropas o en el curso de otro golpe de estado.
La sucesión de emperadores (la distinción entre emperador y usurpador se hizo cada vez más difusa) estaba íntimamente ligada al segundo síntoma de crisis: el constante estado de guerra, queproporcionaba un papel todavía mayor al ejército o ejércitos.
La sucesión de emperadores (la distinción entre emperador y usurpador se hizo cada vez más difusa) estaba íntimamente ligada al segundo síntoma de crisis: el constante estado de guerra, que proporcionaba un papel todavía mayor al ejército, o ejércitos, que el que había desempeñado con los Severos.
El ejército ya había adquirido unaimportancia bastante superior de la que disponía antes, como resultado de las reformas de Septimio Severo, y la crítica situación del siglo III le otorgó una peligrosa preeminencia. No resulta extraño que cada uno de los ejércitos de las provincias propusiera un candidato propio a emperador y que lo asesinara rápidamente si así lo decidía. Nada había que pudiera detener la repetición del proceso: elSenado nunca había controlado directamente a sus ejércitos y, aunque hubiese un emperador en Roma, en esas agitadas circunstancias tenía pocas oportunidades de controlar lo que sucedía en la periferia del Imperio.
En el siglo III, sin embargo, pronto aparecieron otras circunstancias: el ejército aumentó sus dimensiones y lo mismo hizo su demanda de recursos, y, en contraposición a las...