En El Segundo Acto
En cuanto entran en el cuarto donde estaban todas, Martirio no hace más que preguntarle acerca de la mala cara que tiene y el cansancio. En ese momento llega a la casa el hombre de los encajes y salen todas menos Adela y Poncia, que sequedan solas. La Poncia le dice a Adela que lo sabe todo acerca de su enamoramiento, sabe que una de las noches que Pepe el Romano vino a ver a su hermana, Adela se puso junto a la ventana desnuda y con la luz encendida; sabe que cada noche se levanta muy tarde y se va hacia el granero, donde Pepe le espera, y que es por eso por lo que tiene esa cara de cansada y esas ojeras, pero le dice que esehombre es para su hermana y nunca será para ella. Entonces Adela, ofendida, reta a Poncia, y la criada le dice que se lo dirá a su madre si ella no le deja en paz, pero Adela no tiene intención. Vuelven las demás hermanas. De repente sienten, a lo lejos, los muchachos que trabajan como segadores en los campos, de pueblo en pueblo. En ese momento pasaban por la calle cantando y todas las hermanas sefueron a la ventana a mirarlos.
Cuando acabaron de pasar, una de las hermanas, Angustia, dice que alguien le ha quitado el retrato de Pepe, y comienza a acusar a sus hermanas, sobre todo a Adela. De repente sale Bernarda y pregunta que estaba ocurriendo. Entonces la Poncia se pone a registrar las habitaciones, y encuentra el retrato en la habitación de Martirio. Todas se quedan muy sorprendidas,sobre todo Angustias.
Bernarda, ordena a sus hijas a dormir, pero ella se queda hablando La Poncia.
Ésta última se puso a hablar sobre las hijas de Bernarda, le intentó advertir de lo que estaba ocurriendo con indirectas, pero Bernarda, seguía en sus trece y no quiso hacer caso de las advertencias de su confidente, pero una cosa si queda clara: hay que casar a Martirio cuanto antes para calmar losánimos de las hermanas. Al oír sobre qué estaban hablando Poncia y Bernarda, una a una fueron saliendo de sus cuartos para explicar a su madre lo de las voces a las cuatro de la mañana. La Poncia les cuenta una anécdota, con la mirada puesta en Adela, para que se diera cuenta de que lo que hacia no estaba bien. Les contó que la hija de Librada estaba soltera, pero tuvo un hijo no se sabe con quién,y para ocultar su vergüenza ante las malas lenguas del pueblo, lo mató y lo metió debajo de unas piedras; pero unos perros, unos días después, lo encontraron y lo sacaron de allí y lo primero que hicieron fue ponerlo en el tranco de su puerta. Por todo lo ocurrido el pueblo se rebeló contra ella y la quisieron matar.
Todas estaban en desacuerdo, sobretodo Martirio, pero Adela, la defendía,porque creía que la señora tendría sus motivos.
El acto empieza con la imagen de La Poncia y de las hijas de Bernarda (a excepción de Adela) cosiendo las sábanas para el ajuar de Angustias.
Empiezan a hablar de lo extraña que está Adela y de por qué no está allí con ellas. Siguen hablando y sacan el tema de Pepe el Romano, que según Angustias se marchó la noche anterior a la una y media (pero...
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