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El juego de la muerte
¿Hasta dónde puede llegar la televisión? La televisión tiene un poder enorme, pero ¿podría abusar de ese poder para obligar a alguien a matar? ¿Es ilimitado su poder?
Amediados de abril del 2009, un científico francés decidió hacer un experimento para estudiar la autoridad de la televisión y su influencia sobre la obediencia basándose en el célebre experimento de losaños 60 conocido como el Experimento de Milgram que permitía medir el poder que la autoridad ejerce sobre un individuo.
Usó como principal escenario el plató de un concurso televisivo. Se les hizocreer a 80 candidatos que participarían en un episodio. El falso concurso consistía en una prueba de memoria en que dos personas concursan para repartirse un premio de un millón de euros. Uno de losconcursantes habría de memorizar una lista de 27 palabras en un minuto, mientras que el otro concursante hacía las preguntas, y en caso de error, aplicar un castigo que consistiría en descargaseléctricas cada vez más fuertes llegando a los 460 voltios. En realidad, el concursante que recibía las descargas estaba fuera de la vista del concursante y los gritos de dolor que se oían se habíangrabado con anterioridad. A diferencia del Experimento de Milgram, la autoridad no estaba representada por un científico, sino por el personal de la televisión; la presentadora, el productor y el público.El resultado fue que el 81% de los candidatos llegaron hasta el final, mientras que en el Experimento de Milgram solo era el 62%, así la televisión podría organizar la muerte de un individuo mañanamismo bajo el disfraz del entretenimiento, y 8 de cada 10 personas participarían. La clave es la obediencia, somos seres obedientes porque convivir implica someterse a reglas y leyes que tenemos queobedecer. Los castigos nos enseñaron que no podíamos desafiar la autoridad sin sufrir las consecuencias. Poco a poco aprendemos a conocer la legitimidad de ciertas autoridades para darnos órdenes;...