Ensayo del teatro y su doble de antonin artaud

UNIVERSIDAD DEL CAUCA
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES
DEPARTAMENTO DE FILOSOFIA

Ensayo acerca del “teatro y su doble” de Antonin Artaud

Presentado Al profesor
NELSON HURTADO

Por
JOSE MOSQUERA

Popayán, septiembre de 2003

En la vida somos espectadores más no actores. La propuesta de Antonin Artaud señala en el fondo el carácter estático del ser humano. Hemos dejado lacreatividad para inscribirnos en un estado de sinsentido donde nuestra dinámica no es más que repetición. Estamos codificados en las costumbres, en este sentido, somos espectadores.
El autor describe el teatro para mostrar el desenlace de éste en la cultura humana. Reflexiona en torno al teatro actual y evidencia que no corresponde al verdadero teatro ya que es mero diálogo donde la expresión delos sentidos está vedada.
Para Antonin Artaud, el teatro en sentido estricto, es decir, el teatro serio es análogo a la peste; ésta afecta los órganos internos, más sin embargo, los únicos órganos que la peste ataca concretamente son el cerebro y los pulmones. En otras palabras, el mal apunta contra la conciencia y la voluntad nos dice Artaud. “la peste parece pues manifestar su presenciaafectando los lugares del cuerpo, los particulares puntos físicos donde pueden exteriorizarse, la voluntad humana, el pensamiento, y la conciencia” (Página 22).
Lo anterior señala que alguien afectado por dicho mal sufre un brusco desgarramiento de la conciencia, del pensamiento. En razón de esto, la voluntad queda a la deriva del mal quien la gobierna. Ahora cuando la peste se establece en una ciudad,afirma Artaud: “las formas regulares se derrumban” por ende, la estructura social sufre un cambio se afecta a tal punto de provocar una crisis en sus instituciones. El mal circula, los muertos poblan las calles. La peste reclama a partir de la destrucción su lugar, su anarquía contra el establecimiento.
El teatro por su parte, está relacionado con la peste en la medida que es una verdaderaepidemia, en tanto, que el afectado sufre los síntomas del mal. En el teatro se desencadena una fuerza ritual que afecta al público con imágenes que se proyectan al cuerpo. En el teatro, la realidad trágica de la existencia se descarga con la fuerza de una epidemia sobre los espectadores. En otras palabras, el teatro, al igual que la peste, involucra tanto el lugar que ocupa, como a los seres que allíse encuentran. En este aspecto, el teatro es anárquico, pues rompe con los esquemas tradicionales. Es decir, que señala una metamorfosis al interior del ser. Si la peste es un delirio contagioso que afecta al cuerpo; el teatro, por su parte, se consagra a proyectar en los sentidos la vivencia de la voluptuosidad y el frenesí de la existencia. Por consiguiente, el teatro es exaltación del cuerpo, desus sentidos, de toda su fisiología. La cultura con sus normas, sus preceptos morales, se ha encargado de oponerse al cuerpo convirtiéndolo en acontecimiento estático, codificándolo como máquina que transcurre como un autómata sin voluntad. La autonomía como tal, no es posible en un cuerpo manipulado por el sistema para obedecer las reglas que ha interiorizado. En síntesis, el cuerpo necesita deuna afección que remueva su estado de sin sentido. Necesita de una epidemia que lo obligue a volver de nuevo a la vida en un estado espiritual de afirmación , mediante nuevas sensaciones.
El teatro es la epidemia que necesita el cuerpo para lanzarse al delirio de volver a contagiarse de la vida, de sus sentidos. En el teatro, dice Artaud, se descubren todos los poderes, los misterios de lanaturaleza. La dimensión del teatro nos libera de las represiones a las cuales nos ha sometido la cultura. Por lo tanto, nos vuelve hacia nosotros mismos, reconocemos el cuerpo, sus instintos, sus deseos, toda la gama de las percepciones que se agitan en pos de la vida; se despiertan las imágenes dormidas y se levantan estallando en un frenesí donde el cuerpo festeja, reconcilia los sentidos. El...