Ensayo Elogio De Los Jueces Piero Calamandre

I. DE LA FE EN LOS JUECES, PRIMER REQUISITO DEL ABOGADO.

“Para encontrar la justicia es necesario serle fiel: como todas las divinidades, se manifiesta solamente a quien cree en ella.”

Muy frecuentemente, los jueces, por la tendencia que todos sentimos a proteger a los débiles contra los fuertes, llegan, sin darse cuenta, a favorecer a la parte que está peor defendida: un defensorinexperto puede hacer a veces, si encuentra un juez de corazón generoso, la fortuna de su cliente”



El juez es el derecho hecho hombre.

Las sentencias de los jueces son siempre justas. En cincuenta y dos años de ejercicio profesional, ni una vez he tenido que lamentarme de la justicia. Cuando he ganado un asunto, ha sido porque mi cliente tenía la razón; cuando lo he perdido, ha sido porquela razón la tenía mi adversario.



Hahent su asidera lites (también las Litis tienen sus estrellas)



El abogado puede desahogarse lanzando maldiciones contra los astro, sin faltar el respeto al magistrado

Debe el abogado de actuar sin pesimismo al aceptar el la defensa de un asunto ya que como lo señala el autor del libro del que ahora hago un ensayo, en ocasiones aunque deacuerdo a la práctica y experiencia en el litigio uno mismo se da cuenta de que el asunto esta completamente perdido, tiene uno que actuar con cautela y tratar de que el abogado contrario, no conveza al juez con sus argumentos y de esta forma podemos obtener una senytencia favorable auuqe en ocsiones no las gane uno sino que el contrario piedra el sunto.





Al estar leiendo el libro mecauso gran admiración el acontecimiento que narra el autor (Piero Calamandrie) de el fallecimiento de un viejo abogado, cuando sus herederos sacaron los muebles de su estudio para venderlos, y observaron que la tarima sobre la que durante cincuenta años se habían apoyado su escritorio y sillón, estaba hueca y hecha en forma tal que servis de secreto escondr4ijo, donde entre otras cosasresguardaba celosamente su agenda con todos los datos laborales, familiares y de interés general de los jueces, magistrados; lo que me hace imaginar que entre otras cosas el viejo abogado, rasolvia sus asuntos atraves de las relaciones publicas que el tenia.

Pero en lo personal soy de la idea de que la buena preparación de los asuntos, con oportunidad, respeto, y conocimiento jurídico así comode causa, es como uno puede lograr salir victorioso en una defensa jurídica, sin necesidad de recurrir a artificios y amiguismos.



II. DE LA URBANIDAD (O DE LA DISCRECION) EN LOS JUECES.

En este capítulo se arriba el tema de el comportamiento de los jueces y abogados en las salas, al momento de celebrar una audiencia y tal y como lo señala el autor, que un abogado de be de contarcon suficiente resistencia nerviosa como la que tiene los aviadores, ya que un buen abogado no debe de perder la cabeza por una palabra mal entendida, es decir que no debemos de tomar de forma personal los asuntos. Ya que la noble pasión del abogado de be de ser siempre consiente y razonable, debemos de tener tan dominados los nervios, para responder una ofensa con una sonrisa amable, y conesto darle más seguridad a nuestro cliente, porque si el abogado pierde la cabeza durante el debate, casi siempre hace que el cliente pierda la causa.



Nosotros como abogados litigantes debemos de condicirnos con respeto hacia el juagador; es decir que debemos de tratar al juzgador con buena educación y nunca hacer notar que el abogado esta mejor preparado o que sabe mas que el juez porque esto les molestara y te darán el falo e contra.

Es importante cuando el abogado tenga que presentase con su cliente a defender alguna causa ante el juez que valle preparado escribiendo un breve resumen de lo que habrá de decir, lo suficiente elástico como para modificarlo y ,lo suficientemente completo para conservar en el discurso el orden y la claridad.

En concreto debemos...