ensayo

Vivir una pesadilla
Un yonqui (del inglés junkie: drogadicto) experimenta miles de emociones y sensaciones al probar una droga, esta se vuelve una forma de vida, forma parte del ser y se necesitapara sobrevivir.
Pero, ¿Vale la pena acabar con una vida, sufrir el síndrome de abstinencia solo por experimentar el placer que una droga o cualquier otra substancia producen?
No, La vida está llenade placeres que se viven todos los días, no vale la pena dañar a nuestro cuerpo y mente por un simple instante de placer o tranquilidad. Pero un yonqui no solo se afecta a sí mismo, afecta a todoslos que lo rodean en su necesidad de conseguir droga.
La vida que el protagonista de yonqui llevaba era un infierno en vida, este era todo el medio en el que se encontraba, las personas con las queconvivía, las acciones que realizaba, el síndrome de abstinencia que presentaba al no tener la droga que su cuerpo requería.
Al analizar esto nos damos cuenta de que realmente no valía en lo absolutoprobar una droga, la vida de una persona cambia radicalmente cuando se ingiere por primera vez esta, al principio se cree que se puede controlar pero sin darse cuenta la situación se escapa de lasmanos.
A mi parecer lo que viven los yonquis es una tortura difícil de desaparecer, el síndrome de abstinencia que presentan es desgarrador, las células de un cuerpo adicto mueren cuando no las siguealimentado la sustancia que solía hacerlo, es deprimente, angustiador no contar con la droga que hace que sigas sobreviviendo, que hace que te sientas mejor, rehabilitado, pero que te va matandolentamente.
Los yonquis lastiman a su cuerpo de una manera incansable “la mayoría de los adictos cuentan historias gastadas por años de uso” (Burroughs, página 47),saben que no pueden confiarse de nada nide nadie, viven con miedo, se busca desesperadamente lo que te mantiene en pie para evitar un síndrome de abstinencia “La codeína es mejor que nada: aplicada sobre la piel, evita la aparición del...