ensayo
detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.
si al imán de tusgracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?
mas blasonar no puedes, satisfecho,
de que triunfa en mí tu tiranía:que aunque dejas burlado el lazo estrecho,
que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?
a laincomprensión mundana
en perseguirme, mundo, ¿qué interesas?
¿en qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
yo no estimo tesoros niriquezas;
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi pensamiento
que no mi pensamiento en las riquezas.
y no estimo hermosura que, vencida,
es despojo civil de las edades,
niriqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
Ya no quiero más bien que sólo amaros
Ya no quiero más bien quesólo amaros
ni más vida, Lucinda, que ofreceros
la que me dais, cuando merezco veros,
ni ver más luz que vuestros ojos claros.
Para vivir me basta desearos,
para ser venturoso conoceros, para admirar el mundo engrandeceros
y para ser Eróstrato abrasaros.
La pluma y lengua respondiendo a coros
quieren al cielo espléndido subiros
donde están los espíritus más puros.
Queentre tales riquezas y tesoros
mis lágrimas, mis versos, mis suspiros
de olvido y tiempo vivirán seguros.
Pasé la mar cuando creyó mi engaño
Pasé la mar cuando creyó mi engaño
que en él miantiguo fuego se templara;
mudé mi natural porque mudara
naturaleza el uso, y curso el daño.
En otro cielo, en otro reino extraño,
mis trabajos se vieron en mi cara,
hallando, aunque otra edad...
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