Ensayo
Era un hombre muy humilde y de gran corazón, que se sintió tan conmovido por las palabrasdel maestro que sintió la necesidad de invitarlo a su hogar. Así pues, cuando el maestro acabó de hablar, el hombre se abrió paso entre la multitud, se acercó a él y, mirándole a los ojos, le dijo:«Seque está muy ocupado y que todos requieren su atención.
También seque casi no dispone de tiempo ni para escuchar mis palabras, pero mi corazón se siente tan libre y es tanto el amor que siento porusted que me mueve la necesidad de invitarle a mi hogar.
Quiero prepararle lamejor de las comidas. No espero que acepte, pero quería que losupiera».El maestro le miró a los ojos, y con la más bella delas sonrisas, le contestó: «Prepáralo todo. Iré». Entonces, el maestro se alejó.
Al oír estas palabras el corazón del hombre se sintió lleno de júbilo.Aduras penas podía esperar a que llegase el momento de servir almaestro y expresarle el amor que sentía por él. Sería el día másimportante de su vida: el maestro estaría con él. Compró la mejorcomida y el mejor vino y buscó las ropas más preciosas paraofrecérselas como regalo.
Después corrió hacia su casa a fin de llevar acabo todos los preparativos para recibir al maestro. Lo limpió todo, preparó una comida deliciosa y decoró bellamente la mesa.Su corazón estaba rebosante de alegría porque el maestro pronto estaría allí.
El hombre esperaba ansioso cuando alguien llamó a la puerta. La abrió con afán pero, en lugar del maestro, se encontrócon una anciana. Ésta le miró a los ojos y le dijo: «Estoy hambrienta. ¿Podrías darme un trozo de pan?”. Él se sintió un poco decepcionado al ver que no se trataba del maestro....
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