ensayo
Mientras el campo fue liso, el ciervo guardó la ventaja que le salvaba; pero al entrar al bosque, sus cuernos se engancharon a las ramas, y nopudiendo escapar fue atrapado por el león. A punto de morir exclamó para sí mismo:
“Desdichado. Mis pies, que pensaba me traicionaban, eran los que me salvaban, y mis cuernos, en los que ponía todami confianza son los que me pierden.
Moraleja: Frecuentemente, viéndonos en peligro, los amigos de quienes desconfiamos nos salvan, y aquellos con quienes contamos firmemente son los queImportunaba una cigarra con su ruido insoportable a la lechuza, acostumbraba a buscar su alimento en las tinieblas y a dormir de día en el hueco de una rama. Rogóle la lechuza que secallara, y aquélla se puso a cantar con más fuerza; volvió a suplicar de nuevo, y la cigarra se excitó más todavía.
Viendo la lechuza que ya no le quedaba ningún recurso y que sus ruegos erandespreciados, atacó a la habladora con este engaño:
—Ya que no me dejan dormir tus cantos, que parecen sonidos de la cítara de Apolo, tengo el deseo de beber el néctar que Palas me ha regalado hapoco; si no te molesta, ven, lo beberemos juntos.
La cigarra, abrasada por la sed, en cuanto oyó alabar su voz voló ávida a la cita. Salió la lechuza de su nido, persiguió a la incauta y ledio muerte.
Moraleja: Quien no sabe ser complaciente encuentra casi siempre el castigo de su soberbia.
El ciervo el manantial y el leon
LA CIGARRA Y LA LECHUZA
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