Ensayo

Séptima carta
De hablarle al educando a hablarle a él y con él; de oir al educando a ser oído por él
En esta carta Freire utiliza la frase referente a la educación como un acto político y que exige a la educadora que asuma su identidad política y va coherentemente su opción progresista, democrática o autoritaria, reaccionaria, aferrada a su pasado; o bien espontaneísta, que se defina porser democrática o autoritaria. A mi en lo personal me gusta ser espontánea, sin llegar a ser descuidada en cuanto a la preparación de material o de las clases, me divierto y mis estudiantes también lo hacen y al mismo tiempo transmito conocimientos y a ellos se les facilita el aprendizaje.
También se menciona el autoritarismo, que no debe rechazarse abiertamente para evitar caer en lo licencioso,también habla de democracia y de la importancia de hablar con los educandos, de escucharlos y de ser escuchados. Muchas veces mis estudiantes se han acercado a mi, algunas veces para preguntar acerca de los contenidos de la materia, pero otras tantas para pedirme un consejo… Freire dice que la voz de la educadora necesita límites éticos para no deslizarse hacia lo absurdo.
Una actividad quehay que incluir en la vida normal político-pedagógica de la escuela podría ser la discusión; elemento que me parece bastante sensato para dar cabida a la democracia. Aunque realmente hacer democracia como menciona Freire es difícil, no se hace con palabras descarnadas y sí con reflexión y con la práctica.
Octava carta
Identidad cultural y educación
En esta carta se señala que la identidadde los sujetos tiene que ver con las cuestiones fundamentales del plan de estudios, tanto el oculto como el explícito, y obviamente con cuestiones de enseñanza y de aprendizaje. “Estamos programados, pero para aprender” dice François Jacob, nosotros creamos con los materiales que la vida nos ofreció. Es más inventamos un lenguaje, prolongamos el mundo natural que no hicimos, en un mundo cultural ehistórico que es nuestro.
Dice que lo de la identidad lo traemos en la sangre, pero que no es determinante. Con la presencia de lo cultural, ella sola no lo explica todo. Aunque es necesario tener respeto por las herencias culturales, misma que traen consigo un innegable corte de clase social. Sin embargo es en la práctica de hacer, de hablar, de pensar, de tener ciertos gustos, ciertoshábitos, donde acabo por reconocerme de cierta forma, coincidentemente con otras gentes como yo.
La escuela democrática no debe tan sólo estar abierta permanentemente a la realidad contextual de sus alumnos para comprenderlos mejor, para ejercer mejor su actividad docente, sino también estar dispuesta a aprender de sus relaciones con el contexto concreto. De ahí viene la necesidad de, profesándosedemocrática, ser realmente humilde para poder reconocerse aprendiendo muchas veces con quien ni siquiera se ha escolarizado.
La escuela democrática que precisamos no es aquella en la que sólo el maestro enseña, en la que el alumno sólo aprende y el director es el mandante todopoderoso.
Novena Carta
Contexto concreto-contexto teórico
Freire en esta carta remarca la importancia de larelación en todo lo que hacemos en nuestra experiencia existencial en cuanto experiencia social e histórica. La importancia de las relaciones entre personas, de la manera como se unen. Y por supuesto las relaciones entre educandos y educadoras, entre sujetos cognoscentes y objetos cognoscibles. La práctica en el mundo, en la medida en que comenzamos no sólo a saber que vivíamos, sino a saber que sabíamosy que por lo tanto podíamos saber más, inició el proceso de generar el saber de la propia práctica. En este sentido la conciencia de la práctica implica la ciencia de la práctica implícita o anunciada en ella. De esta forma, hacer ciencia es descubrir, desvelar verdades sobre el mundo, los seres vivos, las cosas, que descansaban a la espera de ser desnudadas…somos curiosos por naturaleza y el...