ensayos
El narrador nos cuenta como en 1913, en una excursión por laProvenza atravesó una zona árida en la que nada crecía y en la que era imposible encontrar agua. Pueblos abandonados mostraban que en la zona una vez vivieron hombres, pero de ellos ya sólo quedaban lasruinas de sus casas. En medio de esa desolación, el narrador encuentra un pastor con el que pasa un par de días mientras le explica su principal ocupación: plantar árboles.
Cada día prepara y plantabellotas de robles en la inmensidad desierta de las montañas que le rodean. Ha preparado igualmente un vivero de hayas y piensa preparar abedules para sembrar en los valles, donde el agua debiera sersuperficial.
El pastor ignora quién era el dueño de las tierras que plantaba, si es que lo tienen, pero comprende que aquellas tierras se mueren por la falta de árboles. Generosamente, dedica susesfuerzos a devolverlas a la vida.
Después de la I Guerra Mundial el narrador volvió por aquellos lugares. Lo que vio le dejó sorprendido. La lenta labor del pastor comenzaba a dar sus frutos yhermosos árboles jóvenes, llenos de vigor, se extendían por lo que antes era un yermo desolado. Las hayas, los robles y los abedules que cubrían ahora la tierra hicieron comprender al narrador que ladedicación de aquel hombre nada tenía que ver con una excéntrica afición, como el coleccionar sellos.
El narrador aún regresó una tercera vez a la zona, al acabar la II Guerra Mundial, y en el lugar dela tierra desierta que conoció en su primera visita pudo encontrar un extenso bosque que había llamado a la vida a su alrededor. Gracias a los árboles los acuíferos se rellenaron y los manantiales...
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