Ensayos
Verdaderamente ¿preciso tanto el ocio?
Porque he aprendido que mis estados de preestallido no conducen al estallido. A veces terminan en una lúcida humillación, enuna aceptación irremediable de las circunstancias y sus diversas y agraviantes presiones.
Me siento desdichada, nada más de saber que es lo que estoy echando de menos.
En su reducidaespecialidad, cada uno es un experto
Es posible ser más convincente en los sueños que en la realidad
Dosis de concordia
Oleada de ternura que aplacaba todo brote de rencor
No usar de los otros,sino serles de utilidad
Mi sensibilidad es primordialmente digestiva
Cuanto menos jerarquías, menos responsabilidades
Un amigo con el que puedas hablar de cualquier tema sin sentirteridículo
Coima
Antes de empezar a olvidarse, tiene que acordarse, que empezar a acordarse
El gran error de algunos empleados es tratar a sus patrones como sí fueran personas
A uno siempre legusta quedar bien, y después de quedar bien le gusta quedar mejor frente a quien quiere, frente quien uno, a su vez, pretende hacer méritos para ser querido.
Siempre doy menos de lo que tengo. Miestilo de querer es ese, un poco reticente, reservando el máximo solo para las grandes ocasiones.
Si expresara lo máximo, ¿qué dejaría para esos momentos en que uno debe apelar al corazón elpleno?
Los buenos momentos van formando la definición de felicidad, y los malos momentos servía para crear la fórmula de la desdicha.
La estupidez me anestesiara el cerebro
La seguridad me sirvepara amedrentar el destino
Conscientes de tu brevedad
Me parece funesta la apatía de muestra gente, su carencia de impulso social, si democrática tolerancia hacia el fraude, su reacciónguaranga e inocua ante la mistificación.
Hay que lograr que se despierte en los demás la vergüenza de sí mismos, que se sustituya en ellos la autodefensa por el auto asco. El día en que el mexicano...
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