Ensayos

Páginas: 19 (4536 palabras) Publicado: 5 de agosto de 2013
DIECISIETE INGLESES ENVENENADOS

Lo primero que notó la señora Prudencia Linero cuando llegó al puerto de Nápoles, fue
que tenía el mismo olor del puerto de Riohacha. No se lo contó a nadie, por supuesto,
pues nadie lo hubiera entendido en aquel trasatlántico senil atiborrado de italianos de
Buenos Aires que volvían a la patria por primera vez después de la guerra, pero de todos
modos sesintió menos sola, menos asustada y distante, a los setenta y dos años de su
edad y a dieciocho días de mala mar de su gente y de su casa.
Desde el amanecer se habían visto las luces de tierra. Los pasajeros se levantaron más
temprano que siempre, vestidos con ropas nuevas y con el corazón oprimido por la
incertidumbre del desembarco, de modo que aquél último domingo de a bordo pareció
ser elúnico de verdad en todo el viaje. La señora Prudencia Linero fue una de las muy
pocas que asistieron a la misa. A diferencia de los días anteriores en que andaba por el
barco vestida de medio luto, se había puesto para desembarcar una túnica parda de
lienzo basto con el cordón de San Francisco en la cintura, y unas sandalias de cuero
crudo que sol por ser demasiado nuevas no parecían deperegrino Era un pago
adelantado: había prometido a Dios llevar ese hábito talar hasta la muerte si le concedía
la gracia de viajar a Roma para ver al Sumo Pontífice, y ya daba la gracia por concedida.
Al final de la misa encendió una vela al Espíritu Santo por el valor que le infundió para
soportar los temporales del Caribe, y rezó una oración por cada uno de los nueve hijos y
los catorce nietosque en aquel momento soñaban con ella en la noche de vientos de
Riohacha.
Cuando subió a cubierta después del desayuno, la vida del barco había cambiado. Los
equipajes estaban amontonados en la sala de baile, entre toda clase de objetos para
turistas comprados por los italianos en los mercados de magia de las Antillas, y en el
mostrador de la cantina había un macaco de Pernambuco dentro de unajaula de encajes
de hierro. Era una mañana radiante de principios de agosto. Un domingo ejemplar de
aquellos veranos de después de la guerra en que la luz se comportaba como una
revelación de cada día, y el barco enorme se movía muy despacio, con resuellos de
enfermo, por un estanque diáfano. La fortaleza tenebrosa de los duques de Anjou apenas
si empezaba a vislumbrarse en el horizonte, perolos pasajeros asomados a la borda
creían reconocer los sitios familiares, y los señalaban sin verlos a ciencia cierta, gritando
de júbilo en dialectos meridionales. La señora Prudencia Linero, que había hecho tantos
amigos viejos a bordo, que había cuidado niños mientras sus padres bailaban y hasta le
había cosido un botón de la guerrera al primer oficial, los encontró de pronto ajenosdistintos. El espíritu social y el calor humano que le permitieron sobrevivir a las primeras
nostalgias en el sopor del trópico, habían desaparecido. Los amores eternos de altamar
terminaban a la vista del puerto. La señora Prudencia Linero, que no conocía la
naturaleza voluble de los italianos, pensó que el mal no estaba en el corazón de los otros
sino en el suyo, por ser ella la única que ibaentre la muchedumbre que regresaba. Así
deben ser todos los viajes, pensó, padeciendo por primera vez en su vida la punzada de
ser forastera, mientras contemplaba desde la borda los vestigios de tantos mundos
extinguidos en el fondo del agua. De pronto, una muchacha muy bella que estaba a su
lado la asustó con un grito de horror.
— Mamma mía — dijo, señalando el fondo—. Miren ahí.
Era unahogado. La señora Prudencia Linero lo vio flotando bocarriba entre dos aguas, y
era un hombre maduro y calvo con una rara prestancia natural, y sus ojos abiertos y
alegres tenían el mismo color del cielo al amanecer. Llevaba un traje de etiqueta con
chaleco de brocado, botines de charol y una gardenia viva en la solapa. En la mano
derecha tenía un paquetito cúbico envuelto en papel de regalo, y...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Ensayo de el Ensayo
  • ensayo de ensayo
  • Ensayo Del Ensayo
  • Ensayo de un ensayo
  • Ensayemos un ensayo
  • ensayo del ensayo
  • Ensayo del ensayo
  • Ensayo del ensayo

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS