Espacios globalizados: la experiencia de la política

ESCENARIOS GLOBALIZADOS:
La experiencia de la política
Alma Elena Vega De la Mora

Durante la segunda mitad del siglo XX el Estado nación sufrió una especie de metamorfosis al implicarse, de forma creciente, en redes regionales y globales. La intensificación de las interconexiones interestatales plantean un nuevo tipo de relaciones globales en las que el Estado nación, la soberaníaterritorial así como el espacio de la política en su formato liberal son puestos en tela de juicio. Si bien, los procesos globalizadores han transformado cualitativamente el escenario mundial, paralelamente han producido, según Bauman, turistas y vagabundos, incluidos y excluidos. En este sentido, el proceso de la globalización plantea importantes interrogantes: si bien tanto a nivel local como mundialhan aparecido diversas formas de resistencia contra la propia globalización, ¿qué posibilidades hay para que ésta pueda ser “domesticada” políticamente desde adentro, de manera tal de mejorar los chances de someter la acción de los grandes actores supranacionales a escrutinio público? ¿Qué podemos decir acerca de la expansión de la política hacia un ámbito supranacional?
Según Bauman, “laglobalización divide en la misma medida que une: las causas de la división son las mismas que promueven la uniformidad del globo.”[1] La libertad de movimientos comerciales, migratorios, financieros e informáticos, dice Bauman, “se han transformado en el factor de estratificación en nuestra época moderna tardía o posmoderna.” [2] Los llamados procesos “globalizadores juegan una dinámica paradojal, esdecir, redundan en “la redistribución de privilegios y despojos, riqueza y pobreza, recursos y desposesión, poder e impotencia, libertad y restricción.”[3] En este sentido, para Bauman es más pertinente hablar de glocalización y la define como “el proceso de concentración no sólo del capital, las finanzas y demás recursos de la elección y acción efectiva, sino también de libertad para moverse yactuar.” [4] En efecto, la movilidad se ha transformado en el valor más codiciado de nuestra era; a partir de aquélla se generan las nuevas jerarquías sociales, económicas, políticas y culturales de alcance mundial.
El pensamiento posmoderno le ha conferido al individuo el status de nómada. Partiendo de la idea de que todos vivimos en movimiento y, a la vez los puntos de referencia, como eltiempo y el espacio, van perdiendo unidad, personalidad, legibilidad y transparencia a la vez que van ganando velocidad[5], el nómada es aquel viajero cuyas cartas de navegación no tienen puerto seguro debido a que la importancia de la misma situación geográfica en todas las escalas, dice Micheal Benedikt, está en tela de juicio. “Nos volvemos nómadas…siempre conectados.” El adentro y el afuera soncada vez más difíciles de discernir, en gran medida, debido a la internacionalización del comercio, de los recursos financieros y del capital acompañado por la desterritorialización del trabajo. Asimismo, el globalismo ha arrastrado a las economías a la producción de lo efímero, lo volátil, lo desechable, lo precario, con lo cual se ha abierto la antesala de la llamada sociedad de consumo. Enella, la idea de lo efímero cobra un sentido tal, que los individuos se convierten en “máquinas deseantes”. Al decir de Bauman:

[En la sociedad de consumo] se invierte la relación tradicional entre la necesidad y la satisfacción: la promesa y la esperanza de satisfacción preceden a la necesidad que se ha de satisfacer, y siempre será más intensa y seductora que las necesidades persistentes.(…) El deseo no desea satisfacción. Al contrario, el deseo desea deseo.”[6]

Como en todas las sociedades hasta hoy conocidas, la de consumo es una sociedad estratificada en función del grado de movilidad, la libertad para elegir el lugar que ocupan tanto los de “arriba” como los de “abajo”. Los objetos del deseo son ilimitados, por tanto, para poder llegar a ellos es imprescindible tener la...