esposos gilbret

Socio e innovador
No obstante las advertencia de los médicos, Frank seguía pronunciando tres o cuatros discursos por semana y viajando dentro y fuera del país. Tanto Alemania como Francia aprovecharon sus investigaciones para rehabilitar a los heridos de la guerra. Asimismo, los industriales europeos parecían comprender la importancia de los estudios de los movimientos más rápidamente que suscolegas norteamericanos.
En Checoslovaquia, el presidente Tomas Masaryk lo eligió para que enseñara administración científica las nacientes industrias de la nueva república, y logro un éxito rotundo. Al regresar a Nueva York, Frank propuso que la Sociedad Norteamericana de Ingenieros Mecánicos patrocinara una conferencia internacional en Praga en reconocimiento del progreso técnico de esanación. Se acepto la idea, y la fecha de reunión
Se señalo para el verano de 1924. A él le tocaría el discurso principal.
Mas no alcanzo a llegar a Praga. Cuatro días antes de embarcarse se desplomo sin vida en una casilla de teléfonos de la estación ferroviaria de Montclair. Hablaba con Lillie. Esta, al ver que corto, sin más, la conversación, supuso que había corrido a tomar el tren. Unos 15minutos después toco a su puerta una vecina. Un agente de la policía le había encargado que le comunicara la triste noticia.
Fue la última vez que vi llorar a mi madre.
Vistieron a Frank con su uniforme de mayor; luego lo incineraron. Lillie, de pie en la proa de una pequeña embarcación que había alquilado elevo una oración y esparció las cenizas en el rio Hudson.
Como he hecho hincapié en elhumorismo de Frank y la imposición del estudio de los movimientos a sus hijos, existe la posibilidad, supongo, de que algunos lectores subestimen el alcance de sus trabajos. Me consternaría si tal fuera del caso.
En su obra The Golden Book of Mangement (“El Libro de Oro de la Administración”), editado en Londres en 1956, Lyndall Urwick escribe a propósito de Frank: (no permitamos que laoriginalidad de su mente, su carácter extrovertido y la alegría con que vivió, disminuyan nuestra apreciación de su noble serenidad de propósito y de la dedicación y energía con que sirvió a la sociedad. El simpático Frank Gilbreth fue un verdadero innovador”.
Si fue “verdadero innovador”, ¿fue Lillie una verdadera socia suya? El mismo exclarece el asunto en una carta que en 1920 dirigió a su traductoralemán pidiéndole que dos de los textos escritos por ambos sobre administración y publicado en Estados Unidos con la firma de él, llevasen solo la de Lillie en las de las ediciones Germanas. “Colaboramos tan estrechamente”, escribía, “que es difícil distinguir a cuál de los dos se debe determinado libro”.
Lillie en acción
La muerte de Frank, por lo repentina, no dio tiempo para lutos.
Habíavarias determinaciones que tomar sin tardanza. Una, la de mayor envergadura, atañía a la conferencia de Praga.
Lillie convoco a un consejo de familia tal como solía hacerlo Frank y nos notifico que algunos parientes y amigos le habían propuesto adoptar a uno o varios de nosotros, pero ella había declinado las ofertas. Estaba cierta de que Frank hubiera querido que la familia se mantuviera unida.
Anney Ernestine –aquella en segundo año en la universidad Smith, y está a punto de ingresar- ofrecieron quedarse en casa durante el otoño siguiente para prestar ayuda, pero se opuso a que sus hijos interrumpieran sus estudios.
Apunto, sin embargo, que si estábamos dispuestos a llevar la casa sin ella en ocasiones, trataría de seguir al frente de la empresa y de programar el Sistema Gilbreth, lo cualle exigía por principio embarcarse a Praga al día siguiente a fin de remplazar a Frank.
El consejo voto a favor del viaje.
“Saldré mañana para hacer lo que pueda”, cablegrafió a las Sociedad de Ingenieros Industriales. “me anima el gran cariño que ustedes profesaban a Frank”.
El discurso de mi madre en Praga fue muy bien recibido por la prensa, y todo salió sin tropiezos. Pero al regresar...