Estado Y Derecho

Curso: Curso de Formación en Derechos Humanos
Clase Nº4: Estado y derechos humanos. Instrumentos jurídicos para la represión política

Zamorano, Carlos: “Estado y derechos humanos. Instrumentos jurídicos para la represión política” [CLASE]. En: Curso virtual “Curso de Formación en Derechos Humanos” (Programa Latinoamericano de Educación a Distancia, Centro Cultural de la Cooperación, BuenosAires, Mayo 2012).

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Estado y derechos humanos Instrumentos jurídicos para la represión política

Para este abordaje, insoslayablemente deberemos tocar el tema del “Estado”, que entendemos debiera ser auténtico eje de nuestras reflexiones en la materia de los DDHH. Es sin embargo el tópico vulnerable, por excelencia, en lasinterpretaciones que corren tanto en la Academia cuanto en las sedes de los Organismos defensores de los DDHH, como en las alocuciones de plazas y calles. ¿QUÉ ES EL “ESTADO”? En 1955 estaba preso en el Pabellón 10 de la Cárcel de Devoto (sitio que yo mismo habitaría 20 años después) el abogado de la Liga Dr. Samuel Shmerkin, profesional talentoso, autor de diversos trabajos teoréticos. En ese sitio pronuncióuna conferencia sobre “El Estado”. Afortunadamente esta luminosa cátedra fue rescatada y se publicó mucho tiempo después en “Nueva Era” N° 6, de Julio de 1971. Voy a decirlo rotundamente: jamás en estos 57 largos y arduos años desde aquella charla del prisionero, se ha elaborado nada siquiera aproximado en valía por parte de los militantes de la especialidad, sean intelectuales “independientes” o delos pertenecientes a las orgánicas de las instituciones conocidas de los DDHH (salvo las honrosas excepciones de los compañeros E. Barcesat, J. Viaggio y J. Schmirgeld, que yo conozca). Absolutamente “nadie”, insistimos, discurrió con rigor científico sobre el fundamental asunto, base inevitable para acertar en la teorización de los DDHH. Más bien se han elaborado las tesis más extremadamenteirracionalistas y ahistóricas, que son también el desideratum de los errores en que tantas veces se incurre.

Shmerkin objeta drásticamente la creencia de que el “fin” del Estado fuere “asegurar al individuo la máxima libertad” o hacer factible la “coexistencia de individuos libres”; mucho más aquello de su “eternidad”. Dice que como cualquier otra institución, tuvo su nacimiento, desarrollo, ysobrevendrá su caducidad y muerte. Fue el producto de la sociedad al llegar a un determinado grado de desarrollo, cuando se ha dividido en antagonismos irreconciliables, tornándose entonces necesario generar un poder situado “aparentemente” por encima de la sociedad a efectos de amortiguar el conflicto: así nacieron el Ejército, la Policía, cárceles, magistraturas, legislación, todos instrumentos dela violencia de la minoría opresora sobre una mayoría de oprimidos. Esto brilla más ostentosamente en los arts. 15 y 21 de la Constitución de 1949. Y la ley 4144 (de expulsión de extranjeros indeseables) o el Dto. 536/45 (antihuelga) exhiben un contenido de clase más directo y desenfadado. Aclara que aún así, las libertades democráticas no son indiferentes al obrar de las clases explotadas, puesfueron arrancadas en cruentos combates (y forman parte de su lucha por la emancipación). En fin, dejaremos aquí al prisionero, para no hacer más extenso su comentario. Pasemos a una de las fuentes principales citadas por Schmerkin: la fundamental obra de V. I. Lenin “El Estado y la Revolución” (1917), meditación militante que tanto se distancia de las aseveraciones de algunos defensores actualesde los DDHH. El Estado es un órgano de dominación de clase, de opresión de una clase por otra (que legaliza y afianza esta opresión). De modo que “La liberación de la clase oprimida es imposible sin la destrucción del aparato de poder estatal creado por la clase dominante”. La “república democrática” es la más segura y eficaz envoltura política de la que puede revestirse el capitalismo. Menciona...