" Esto es una mierda. "
—Menuda mierda. —Murmuró, un nudo se formó en su garganta.
Estaba enojadaconsigo misma, eso era algo más que obvio.
Prácticamente se arrastró hasta su habitación, sus pasos eran desganados y ligeros. Aun así no tardó mucho en llegar; en cuestión de segundos ya sehallaba frente a la puerta que tan conocida se le hacía. La misma estaba decorada con un gran collage compuesto por pequeñas fotografías, todas de ellos dos, juntos. Entonces los recuerdos atacaron sumente, casi como si de una repentina avalancha de nieve se tratase. Recuerdos de cuando se la pasaban horas y horas tras esa puerta, contándose historias que no contaban a otras personas. Confiándosecosas, riéndose el uno del otro. Comiendo porquerías y hablando de las cosas más incoherentes; ambos sonreían, ambos eran felices. Tenían la relación perfecta, la relación de mejores amigos.
«Y yo acabode arruinarlo todo con mi estúpida confesión.»
Pensó, deseando por un momento el poder regresar en el tiempo y asegurarse de no decir nada al respecto. Asegurarse de callar la boca y sencillamentetragarse todo. Por su bien, por el bien de él. Por el bien de ambos, de su amistad. Pero no se podía. Ya había hablado y no podía revertir aquello, nunca podría. La carga de haber echado a perder tan...
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