etica

LA CONCIENCIA PERSONAL:
SU CONCEPTO, MEDIDA Y LIBERTAD
DAVID EZEQUIEL TÉLLEZ MAQUEO
Universidad Panamericana

1. INTRODUCCIÓN
A pesar de que la ética como disciplina filosófica ha venido sufriendo una
serie de transformaciones epistémicas en torno a su objeto propio, al punto de que
diversos estudiosos de la materia como Adela Cortina en su Ética sin moral sugiere que vivimos en una«época postmoral», la de una «ética sin objeto»1, y aun
cuando se considera de mejor aceptación en algunas universidades enseñar a los
estudiantes de Derecho asignaturas como axiología jurídica en lugar de ética jurídica, no cabe duda que una de las áreas de mayor desarrollo de la Filosofía del
Derecho, además de la argumentación y la lógica jurídica, es quizás la antropología jurídica, que estudia larelación que guarda el ser humano con los distintos
sistemas legales que ha producido, principalmente el impacto que los distintos
sistemas jurídicos tienen sobre la sociedad y los individuos que la conforman.
Y el tema que nos ocupa en este Congreso de Ética y Derecho de la Información como es la conciencia personal y su relación con la libertad de ejercerla
para los profesionales de lainformación puede ser tratado naturalmente desde
la perspectiva de la ética jurídica, si se examina qué clase de actos humanos
deben las leyes informativas procurar promover; o desde la axiología jurídica,
pues «el derecho de la información es conocimiento valorativo»2, pero también
_________________________
1

A. CORTINA, Ética sin moral, Tecnos, Madrid 2000, p. 20.
C. SORIA, «Ética y Derechode la Información en una sociedad pluralista», en E. DERIEUX, Cuestiones
ético-jurídicas de la información, EUNSA, Pamplona 1983, p. 10.

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La libertad de las conciencias en la regulación del derecho a la información

desde la antropología jurídica, buscando establecer cuál es el concepto de
hombre que debe inspirar la formulación de las leyes en materia de información, pues quéduda cabe que cada ley asume una determinada visión antropológica, y «de la respuesta que se dé a la pregunta ¿quién es el hombre?
dependerá fundamentalmente cómo se organice una sociedad, qué tipo de leyes
queremos que la organicen, el concepto de desarrollo que se busca alcanzar, las
políticas que se implementen para lograrlo, la manera en que los empresarios
orientarán sus actividades»3.
Ycomo la antropología jurídica es antropología filosófica aplicada al derecho (a no ser que se quiera hacer antropología jurídica partir de la antropología
física o cultural al modo de Alain Supiot4), para poder hablar in extenso del
concepto de conciencia y de sus límites, que es el objetivo fundamental de
estas líneas, es necesario examinar antes la naturaleza y función de la conciencia comounos de los ingredientes esenciales de la naturaleza humana. Por más
que en diversos escenarios coloquiales aún se escuche el aserto trivial de que
«ya no hay conciencia», que «las conciencias están extraviadas», y que la causa
de tantos males radica en que las personas actúan «inconscientemente», la realidad es que la conciencia, en el fondo, más que devaluada está sobrevaluada.
Porqueciertamente que una gran parte de lo que la gente comete lo hace porque
es inconsciente de las consecuencias de sus actos y actúa irresponsablemente.
Pero no cabe duda que otra gran parte de la humanidad obra en consciencia,
es decir, sigue lo que su conciencia le dicta: desde el contador público que se
corrompe no declarando ciertas cantidades al fisco, hasta el publicista que se
sirve de lenguajese imágenes sórdidas y anodinas en los medios con tal de
vender sus productos. Y cuando algún político es cuestionado de malversación
de fondos suele argumentar: «mi conciencia no me remuerde en lo más mínimo». Esto se explica porque, como enseguida se menciona, el problema no
consiste únicamente en actuar conscientemente sino que dicha conciencia no
está debidamente formada, es decir, que...