Evaluac
Ni bien se recibió en la Escuela de Ángeles, Cupido 123 fue destinado a formar parejas de enamorados en el barrio de Almagro. Para provocar el enamoramiento, Cupido 123 tenía que aprovechar el momento en que un hombre y una mujer se encontraran cerca y acertarle un flechazo en sus corazones.
Había un problema: la puntería de Cupido era pésima. En suprimera semana como encargado del amor en Almagro, Cupido 123 había disparado tan mal que los vecinos estaban asombrados: un señor pelado se había enamorado de una frágil estatua; y una chica andaba de novia con un teléfono público; un doberman se quería casar con una enfermera; un policía le mandaba cartas de amor a una ráfaga de aire fresco.
Cuando la gente empezó a protestar, Cupido 123se puso muy mal. También fueron a presentarles sus quejas el Cupido encargado del amor entre perros y el responsable del amor entre objetos. ¿Por qué se mete donde no le corresponde?, le decían los otros Cupidos.
Entonces, Cupido 123 se quedó sentadito en una hamaca de la plaza y dejó de arrojar flechas.
Así fue como nadie volvió a enamorase y todo el mundo vivía triste. Los poetas dejaronde escribir poesías de amor y a las chicas lindas nadie las miraba.
Un día, Cupido 123 estaba tan aburrido y triste que tiró un flechazo al aire que casi le da a otro Cupido.
-¿Qué hacés, salame? ¡Casi me das!- le dijo el otro, enojadísimo.
Al ver lo mal que estaba Cupido 123, Cupido 19 (era uno de los más antiguos), cambió de actitud: se acercó y lo miró de cerca:
-¡Eh! ¿Estás seguro queves bien?
-¿Por?
-Me parece que tendrías que ir a nuestra Obra Social a consultar al oculista.
-¿Te parece?
Cupido 123 fue al oculista de la Obra Social de Ángeles.
El oculista de las nubes dijo que Cupido 123 tenía “una leve torcedura” de visión y un problema de nervios en el nervio óptico. Pero que para eso había solución: ¡anteojos!
¡Así, Cupido 123 se convirtió en el únicoangelito con anteojos! Desde entonces, no erró nunca más un flechazo, salvo cuando quería hacer travesuras: un flaquito chiquito finito enamorado de una gorda gordota grandota; un hincha de River con una hincha de Boca. Y cosas así.
EL PEOR CUPIDO de Ricardo Mariño.
Ni bien se recibió en la Escuela de Ángeles, Cupido 123 fue destinado a formar parejas de enamorados en el barrio de Almagro.Para provocar el enamoramiento, Cupido 123 tenía que aprovechar el momento en que un hombre y una mujer se encontraran cerca y acertarle un flechazo en sus corazones.
Había un problema: la puntería de Cupido era pésima. En su primera semana como encargado del amor en Almagro, Cupido 123 había disparado tan mal que los vecinos estaban asombrados: un señor pelado se había enamorado de una frágilestatua; y una chica andaba de novia con un teléfono público; un doberman se quería casar con una enfermera; un policía le mandaba cartas de amor a una ráfaga de aire fresco.
Cuando la gente empezó a protestar, Cupido 123 se puso muy mal. También fueron a presentarles sus quejas el Cupido encargado del amor entre perros y el responsable del amor entre objetos. ¿Por qué se mete donde no lecorresponde?, le decían los otros Cupidos.
Entonces, Cupido 123 se quedó sentadito en una hamaca de la plaza y dejó de arrojar flechas.
Así fue como nadie volvió a enamorase y todo el mundo vivía triste. Los poetas dejaron de escribir poesías de amor y a las chicas lindas nadie las miraba.
Un día, Cupido 123 estaba tan aburrido y triste que tiró un flechazo al aire que casi le da a otroCupido.
-¿Qué hacés, salame? ¡Casi me das!- le dijo el otro, enojadísimo.
Al ver lo mal que estaba Cupido 123, Cupido 19 (era uno de los más antiguos), cambió de actitud: se acercó y lo miró de cerca:
-¡Eh! ¿Estás seguro que ves bien?
-¿Por?
-Me parece que tendrías que ir a nuestra Obra Social a consultar al oculista.
-¿Te parece?
Cupido 123 fue al oculista de la Obra Social de Ángeles....
Regístrate para leer el documento completo.