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El alma de la empresa: la comunicación interna

Existen muchas y diferentes definiciones sobre lo qué es una empresa, qué comprende, y los aspectos básicos de su funcionamiento, pero todascoinciden en algo, y es que para garantizar el éxito de la misma todos deben navegar en la misma dirección, con un mismo objetivo y con una estrategia común. Pero ¿esto es siempre así? Rotundamente, no.¿Cuántas veces han visto durante su vida profesional que varios departamentos de una empresa avanzan en direcciones antagónicas? Es relativamente frecuente comprobar como una mala política de dirección,conduce a que la escasa comunicación entre los departamentos de la empresa, y que éstos traten de conseguir el objetivo primario de la empresa, que no es otro que alcanzar la rentabilidad, desdepolíticas diametralmente opuestas.

Pongo un ejemplo. Cuando la crisis comenzó a ser percibida como una realidad por las empresas españolas, allá por el año 2008 o 2009, se produjo un fuerte encontronazoentre los departamentos de marketing, que marcaban la estrategia de crecimiento de la empresa, y los departamentos financieros, que comenzaron a implantar políticas austeras de contención de gastos.En muchos casos, la dirección de la empresa no fue capaz de adaptar la nueva situación a todos los departamentos, y mientras el departamento de marketing continuaba con sus políticas de expansión,los departamentos financieros establecían su sistema de recortes, produciéndose un choque entre los intereses de unos y otros, algo que fue, sin duda alguna, en perjuicio de la empresa.

En miopinión, el principal mal de las empresas suele ser una mala política de comunicación interna y la ausencia de protocolos permanentes de actuación, lo que provoca situaciones tan caóticas como la descrita.No es un caso aislado el encontrar empresas en las que no hay reuniones establecidas periódicamente entre los diferentes departamentos, en las que se toman decisiones sin informar al resto de la...