Extraño Cuarto de la Escuela
Había una vez un amigo mío llamado Exequiel. El y yo intentábamos descubrir con muchacuriosidad que podría haber en el cuarto tan extraño del último piso de la escuela secundaria a la cual nosotros íbamos. Después de haber visto un documental de terror en la sala de audiovisual. Cuandotoco el timbre del recreo todos mis compañeros y el profesor se fueron al patio, mi amigo Exequiel y yo por curiosidad, nos quedamos para descubrir eso que tanto nos intrigaba. Al estar solosempezábamos a escuchar ruidos extraños que venían del cuarto extraño. Nosotros estábamos aterrorizados pero sin embargo decidimos abrir la puerta y entrar para averiguar. Al entrar vimos muchas paredesque formaban una especie de laberinto, Exequiel y yo caminábamos por los escalofriantes pasillos, llegamos a un punto donde sentimos que alguien caminaba detrás de nosotros, atemorizados intentábamoscorrer para hallar una salida pero no encontrábamos ninguna. Nos sentimos perdidos, entonces nos detuvimos a escuchar, esperando oír los pasos o la voz de aquel que nos perseguía, intentábamosvolver sobre sus pasos cuando escuchamos la risa burlona de un niño, volteamos hacia donde provenía la risa, apretujando las paredes que forman el laberinto atravesó rápidamente la cabeza de un niño,gritamos con toda las fuerzas al ver que su rostro era rugoso; sin cabello y ojos saltones, pero a pesar de ello sonreía mostrando toda la dentadura. Con esa energía extra que da el terror,corríamos sin parar hasta que un rato después pudimos salir. Al estar afuera de ese cuarto horrible, fuimos a contarle a la profesora de lengua lo que nos había sucedido. Nos dirigimos al lugar nuevamenteacompañados de ella. Al abrir la puerta del cuarto nos encontramos con un armario donde se guardaban cosas de limpieza. Nunca nadie nos creyó, y aun escuchamos esos ruidos espantosos
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