FACU

Sobre Sexualidad Femenina (1931)
I. Complejo de Edipo: (normal)
Niño: tiernamente prendado al progenitor del sexo contrario y hostilidad prevaleciente en la relación con el de igual sexo. La madre fue su primer objeto de amor. Luego, con el refuerzo de sus aspiraciones enamoradas, lo sigue siendo, y a raíz de la intelección más profunda del vínculo entre la madre y el padre, éste deviene en unrival.
Niña: también la madre fue su primer objeto ¿entonces cómo halla el camino hacia el padre? ¿Cómo, cuándo y por qué se desase de la madre?
1. La tarea de resignar la zona genital originariamente rectora (clítoris) por una nueva (vagina) complica el desarrollo de la sexualidad femenina.
2. Segunda mudanza: trueque del objeto madre originario por el padre (igualmente característico ysignificativo que la primera mudanza para el desarrollo de la mujer).
Ambas tareas se entrelazan entre sí:
Las mujeres con intensa ligazón-padre es un caso frecuente, en modo alguno serán neuróticas. En los casos que esta relación (ligazón padre) es muy intensa, siempre había estado precedida por una ligazón-madre exclusiva de igual intensidad y apasionamiento. La ligazón-padre (segunda fase) noaporta ningún rasgo nuevo, salvo el cambio de vía del objeto. El vínculo-madre primario se había edificado de manera muy rica y plurilateral y en la mayoría de los casos llegaba (en duración) entrado el cuarto o quinto año de edad, abarcando la parte más significativa (larga) del florecimiento sexual temprano, siendo preciso admitir la posibilidad de que cierto número de personas del sexo femeninopermanecieran atascadas en la ligazón-madre originaria y nunca produjeran una vuelta cabal hacia el varón.
La fase preedípica de la mujer deja espacio para todas las fijaciones y represiones a que reconducimos la génesis de la neurosis. Hay que privar el carácter universal al enunciado según el cual el Complejo de Edipo es el núcleo de la neurosis: por una parte, se le puede dar al Complejo deEdipo un contenido más pesado, que abarque todos los vínculos del niño con sus progenitores. Por otra parte, también se puede dar razón de las nuevas experiencias diciendo que la mujer llega a la situación edípica normal positiva, luego de superar una prehistoria gobernada por el complejo negativo. De hecho en el curso de esta fase el padre es para la niña un rival fastidioso (aunque la hostilidadhacia él nunca alcanza la altura característica del varón). No hay ningún paralelismo entre el desarrollo sexual femenino y masculino, que sea uniforme.
La intelección de la prehistoria preedípica de la niña tiene el efecto de una sorpresa: en este ámbito de la primera ligazón-madre parece difícil de tomar analíticamente, antiguo, etc. como si hubiera sucumbido a una represión particularmentedespiadada (impresión que puede venir de que las mujeres establecieron con Freud en análisis la misma ligazón-padre en la que se habían refugiado al salir de esa prehistoria. A las analistas mujeres les fue más fácil y nítida de percibir porque las mujeres tuvieron con el auxilio de la transferencia).
La fase de ligazón-madre deja conjeturar un nexo particularmente íntimo con la etiología de lahisteria: ambas (la fase y la neurosis) cuentan entre los caracteres particulares de la feminidad. Además la intelección de que en esa dependencia de la madre se halla el germen de la posterior paranoia de la mujer. Ese germen parece ser la angustia, sorprendente pero de regular emergencia, de ser asesinada (devorada?) por la madre. Cabe suponer que en la niña esa angustia corresponda a una hostilidadque en la niña se desarrolla contra la madre a consecuencia de las múltiples limitaciones de la educación y del cuidado del cuerpo, y que el mecanismo de la proyección sea favorecido por la prematuridad de la organización psíquica.
II. Dos hechos importantes para el desarrollo sexual femenino.
1. La intensa dependencia de la mujer respecto de su padre es la heredera de una igualmente intensa...