fama

Cuando la teoría sobre la inteligencia emocional en el trabajo comenzó a recibir una amplia atención, con frecuencia escuchábamos a los ejecutivos decir en una sola frase: "Es increíble... lo hesabido siempre". Respondían así a nuestra investigación, que mostraba un vínculo indiscutible entre la madurez emocional de un ejecutivo -ejemplificada por capacidades como la autoconciencia y la empatía-y su desempeño financiero. Visto de forma simple, la investigación mostraba que los "chicos buenos" -es decir, hombres y mujeres emocionalmente inteligentes- llegan primero.

Recientementecompilamos dos años de nueva investigación que, sospechamos, provocará las mismas reacciones. La gente exclamará primero: "De ninguna manera", y rápidamente añadirá, "Por supuesto que sí". Encontramos que detodos los elementos que afectan el desempeño de una empresa, la importancia del humor del líder y su consecuente comportamiento son los más sorpresivos. Ese poderoso par desata una reacción en cadena:el humor y el comportamiento del líder preceden a los de los demás. Un jefe irritable crea una organización tóxica llena de mediocres que ignoran las oportunidades; un líder inspirador e inclusivoforma personas para quienes cualquier reto es superable. El vínculo final de la cadena es el desempeño: ganancias o pérdidas.

Nuestra observación sobre el impresionante impacto del "estilo emocional"del líder, como lo llamamos, no está lejos de nuestra investigación de la inteligencia emocional (IE). Sin embargo, sí representa un análisis más profundo de nuestra anterior afirmación de que la IEde un líder crea una cierta cultura o ambiente de trabajo. Nuestra investigación muestra que altos niveles de IE crean un ambiente donde se comparte información, hay confianza, se toman riesgossaludables y el aprendizaje florece. Bajos niveles de IE crean climas plenos de miedo y ansiedad. Los empleados tensos pueden ser muy productivos en el corto plazo, sus organizaciones pueden mostrar...