familias homoparentales
El hecho de que existan nuevas formas de familia y, sobre todo, que comiencen a hacerse visibles, plantea nuevas preguntas a la sociedad y obliga, por tanto, a buscar nuevas respuestas. Sin duda,el hecho de que haya comenzado a hablarse de l existencia en España de familias homoparentales, o que los colectivos de gays y lesbianas hayan reclamado el derecho al matrimonio y a la adopción o acogimiento conjunto de menores por parte de parejas homosexuales, ha trasladado a la sociedad un debate encendido acerca de estas realidades familiares de las que se desconoce en España casi todo,comenzando por su número y siguiendo por sus características o cómo es la vida en ellas.
Sin duda, el aspecto que más preocupa a la sociedad acerca de estas familias es la posible incidencia sobre el desarrollo de niños y niñas del hecho de haber crecido en ellas. Así se refleja con frecuencia en los medios de comunicación y así se hizo patente en los debates recientes habidos en los distintosparlamentos autonómicos a propósito de proyectos de ley de parejas de hecho que extendían a este tipo de parejas el derecho al acogimiento conjunto de menores. No es casual que esto sea así, dado que distintas instituciones están implicadas en el deber de protección y atención a la infancia y, por tanto, estamos hablando de un tema que atañe tanto a instituciones legislativas como judiciales, sanitarias,educativas o de servicios sociales.
Las dudas con respecto a la incidencia sobre el desarrollo infantil y adolescente de crecer en una familia homoparental están siendo despejadas en distintos estudios realizados en diversos países (sobre todo en los Estados Unidos y el Reino Unido, pero también en Canadá, Suecia o Bélgica). Lo que estos estudios han concluido se resume fácilmente: estos chicosy chicas no difieren de los que viven con progenitores heterosexuales en ninguna dimensión del desarrollo intelectual o de la personalidad (autoestima, lugar de control, ajuste personal, desarrollo moral, etc.). Tampoco difieren en identidad sexual, identidad de género u orientación sexual. Asimismo, mantienen relaciones sociales19 normales con sus compañeros y compañeras y son tan popularesentre ellos como los hijos o hijas de heterosexuales (Falk, 1994; Patterson, 1995; Patterson y Redding, 1996; Tasker y Golombok, 1997). Estos resultados, replicados y coincidentes en distintos estudios, llevaron a concluir a distintas personas expertas que la orientación del deseo de los progenitores no parecía ser un factor determinante en la construcción del desarrollo infantil.
A pesar de que elamplio conjunto de estudios realizados llega a conclusiones muy concordantes, en nuestra sociedad aún se mantienen dudas con respecto a estas familias y se contrapone como argumento que las sociedades anglosajonas han integrado y aceptado la homosexualidad en mayor medida que la nuestra, por lo que se necesita saber qué ocurre con estos chicos y chicas en nuestra propia sociedad. Por todo loexpuesto, parecía particularmente necesario que se realizara el estudio cuyo informe ahora avanzamos, y que nació de la preocupación y el interés conjunto de distintas instituciones y colectivos. De una parte, dos instituciones públicas comprometidas con la infancia y los colectivos con especiales dificultades de integración social: la Consejería de Relaciones Institucionales de Andalucía y la Oficina...
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