FEDERICO SCHILLER
Finalmente,se desplazó a Dresde, y se hospedó en casa del jurista Körner, admirador suyo, quien lo encaminó hacia una ideología y una estética menos exaltadas. Bajo esta influencia acabó su Don Carlos (1787),obra que marca la frontera entre su primera etapa revolucionaria y clasicista, caracterizada, sin embargo, por un clasicismo más próximo a Shakespeare que a la cultura grecolatina.
Según la crítica,su obra más lograda es la trilogía en verso Wallenstein (1776-1799), un drama en el cual los acontecimientos históricos adquieren una dimensión ideológica en los personajes que los protagonizan.Durante su estancia en casa de Körner escribió también su himno A la alegría (1775), incorporado por Beethoven a la novena sinfonía, en el que expresa su generoso e imperturbable idealismo.
En 1787 sedirigió a Weimar con el ánimo de conocer a Herder, Wielan y Goethe. Se dedicó entonces a la investigación histórica, y en 1789 obtuvo la cátedra de historia en la Universidad de Jena. Escribió algunos...
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