Fenomenología, Becker-Garfinkel

Pareciera que en la actualidad nadie se atrevería a realizar juicios de valor muy controversiales en público, encasillar o clasificar a los individuos sería por estos días un acto de soberbia, bajo la consigna; “no es bueno generalizar”, las distintas disciplinas vinculadas a las ciencias sociales, como a su vez, las relaciones y vínculos entre los sujetos en lo más simple de la vida cotidianase ven enfrentadas a una sociedad que avanza hacia nuevos valores ético-políticos como la “tolerancia” y el “respeto”. En este sentido, lo que subyace ante la consolidación de este nuevo paradigma, sería que el mundo estaría complejizándose constantemente, las viejas estructuras han sido reemplazadas, tal y como surgen nuevas subjetividades.
Por lo tanto, el desafío para la investigación social,es decir los métodos y las teorías en conjunto, es la permanente reformulación de sus elementos constituyentes con el objetivo de mantener confiabilidad y validez en la interpretación de los “hechos sociales”. Sin embargo, tal pretensión por “adaptarse a los nuevos tiempos” pareciera no tener límites, llevando a la investigación cualitativa en particular, a un estado en el cuál pareciera perdersu estatuto de “ciencia”.
La consideración de proteger a las técnicas de investigación social como ciencia, está lejos de negar la crisis del positivismo y mucho menos una exaltación de dicho paradigma, lo que se intenta sostener es la necesidad de posicionar a las ciencias sociales en general, en el lugar que le corresponde, en la sección de las ciencias y no junto a las representacionesartísticas.
Por su parte, el relativismo, como postura “verdaderamente” científica según Bruno Latour1, no puede ser sobredimensionada debido a que existan problemas con la sociología “de lo social”, la exaltación de un método de investigación debe llevarse a cabo mediante a sus características intrínsecas y no por comparación a otras viejas formas. La manera de aproximarse a “lo social” e interpretarlo,puede estar lejos de consideraciones tomadas a priori, llenas de prejuicios y errores, pero encontrar en todo lo que “actúe” un valor de verdad, similar incluso al del investigador, pareciera a simple vista, un tanto apresurado por ahora.
Para comenzar a aportar a esta discusión, se debe comprender a la investigación social como un acto político, como un acontecer en la realidad que deja huella,que no es neutro y que no tiene que pretender serlo, debido a que quién lo ejecuta, no está fuera de la realidad que observa. Es cierto que el investigador social no posee un lugar privilegiado para posicionarse “frente” a su objeto de estudio, es parte del mundo y por tanto “participa” de él, es un “miembro” más de los diversos grupos que existen o han creado.
Surge la problemática “sujeto –objeto” de las ciencias sociales, la cual es una característica constitutiva y por tanto, intrínseco a estas, por lo que hay que comprender este ámbito del acto de investigar como un hecho a-problemático, ya que siempre ha sido así, el dilema no va en esta dirección. En este sentido, las intenciones por alejarse de esta realidad de las técnicas de investigación, buscando la “objetividad”, a través demetodologías sofisticadas, sustentadas en la tecnología, cayendo en categorizaciones simplistas o por otro lado, una “hiper-complejización” de la acción investigativa, comprendiendo a múltiples “actores” dentro de esta, y relegando a un segundo plano al investigador social, precisamente por su formación, tendería a ser más una obra de teatro, que una investigación propiamente tal.
Se tornanecesario utilizar como ejemplo la investigación que lleva a cabo Howard Becker en su texto “Outsiders”, al sugerir un aporte en la sociología de la “desviación” utiliza a músicos de Jazz para formular sus hipótesis. En dicha obra, el autor propone descartar la categoría de “equivocado” o en el mismo sentido y refiriéndose a lo mismo, condena el uso etiquetas como “delincuente” o “enfermo” para toda...