Fidel castro, una ablución irredimible en la midá ajena

Páginas: 9 (2146 palabras) Publicado: 1 de junio de 2011
Se cumplen 52 años de dictadura comunista en Cuba
Fidel Castro, una ablución irredimible en la midá ajena

Confesiones sin hostias ni agua bendita, para comulgar

Dice la confesión del Dr. Fidel Castro Rúz en la midá ajena: “El sistema cubano, ni siquiera nos funciona a nosotros mismos (sic)”

Ninguna sentencia mejor como epitafio merecido, para inscribir en bajo relieve sobre la lápidamortuoria ya incipiente, de un disparate trágico, el castrismo. Es la misma loza prevista por los anti castristas históricos para la tumba abierta desde decenios ha, en honor al sainete montado en la Isla de Cuba; como obra de vodevil, propia del teatro burlesco o peor, del absurdo, si se quiere, al estilo Ionescu. Ello sucedió desde el 1ro de enero, 1959. El disparate, fue auto bautizadoentonces con el nombre impropio de “Revolución Cubana”.

Estas confesiones ultimas, las de ahora, no son el trabalenguas habitual reseco intrinseco, del discurso comunista, sino las palabras roñosas con las que el dictador vitalicio de Cuba, el Dr. Fidel Castro Rúz; reconoció y describió (después dijo campante, que fue un lapsus liguae) a contrapelo de la Historia; el fracaso estrepitoso de su régimentotalitario de abusos e iniquidades, sobre el pueblo inerme.

Se trata en una postal atroz, difundida después de la batalla silenciosa y subterránea del pueblo y de las débiles pero decididas fuerzas democráticas en contra del régimen.

Son emanaciones de los resultados ruinosos del sistema seudo comunista manipulado por los hermanos Castro. Transcurrida la friolera de 52 años; siguiendopautas de su no menos malvada stepmother, la hoy finada URSS. Estas diez palabras proferidas por el Líder Máximo, entre otras digresiones –en inicio sorpresivas–, las vertió en una entrevista que éste concedió al corresponsal de la revista “The Atlantic”, Jeffrey M. Goldberg (1) en unión de la experta en asuntos latinos Julia E. Sweig (2) . Observamos la expresión, como la de un Castro humillado por supropia hecatombe, rugiendo contra sí mismo simpáticamente, desde las filas oposicionistas. ¡Avemaríapurísima!

Las desventuradas cuitas, propias de confesionarios jesuitas que al líder les son familiares; devino en otra ráfaga de tiros locos que a Castro se les escaparon por la culata de su senectomanía, desnudando la retahíla de malogros estrepitosos en su gestión, durante rebasado el mediosiglo. Regañado por sus acólitos asustados, Castro desvirtuó la sentencia achacando el error (siempre hay un “otro”, culpable) a la incomprensión de sus entrevistadores.

Se disculpó de que en realidad se refería al Capitalismo de la Abundancia, pero cruel, porque tiene la mala costumbre de hacer trabajar a los vagos. Lo que en el caso específico de los comunistas, seria como gritarle ¡agua! algato pardo terrorista. Desconociendo cómo apagar esa locución en los escuchadores –que lo hundió en la ridiculez–, no le quedó otro remedio que recurrir y retorcer la expresión manida por nuestros abuelos de que “donde dije digo, digo Diego”.

Una serpiente de homosexualidad hipnótica y omnisciente

Era explicar el por qué la rudeza de la serpiente comunista, devino en constipado dehomosexualidad erótica incipiente; frustrada con la coima exigua de su “L’Année dernière à Marienbad” (El último año en Marienbad) y que, enfurecida por celos de los capitalistas, se mordió la cola. Sólo que de modo similar, el aborto de la gestión castrista no sobrevino sino hasta después de transcurrida la última noche de los quincuagésimo primeros años, repantigando sus vejeces sobre la banqueta habanera.Sucede que las acciones del modelo político-económico cubano (que nunca lo fue), resultaron vendidas en el stock market de los tontos; siendo mercancía averiada; envuelta en un soufflé primoroso que encajara en la chatura propia de los adoradores del Eje Apocalypto, el ALBA –ásperos de cuerpo y alma–, desesperados por copiarle el encontronazo. Es que los fracasos de los comunistas, son lo...
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