Flor de plata


Flor de plata
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I Pasado, presente y futuro.

No importa si el día es frio o cálido, yo siempre despertare con la garganta seca y con una falta de aire increíble que apenas me deja levantarme de la cama y meterme a la bañera lo más rápido que pueda para estar más que lista a las ocho en punto, cuando derepente, o más bien, cuando siempre se escucha el tintineo de las campanas acompañadas de un grito espantoso.
–Time to get up–. Ese es el grito de la señora Dinian de Vega.
–Okey–. Esa es seguramente la voz de Hoj en respuesta a la Sra. Dinian, acompañada de otras voces al unisonó, que pueden oírse más a lo lejos decir –Okey.
Estas han sido mis mañanas por más de 10 años. Y les puedo asegurarque no han cambiado mucho. Aunque sí recuerdo, y muy bien, una mañana de invierno de cuando yo tenía 8 años.
La mañana comenzó como cualquier otra, me levante a las 7 de la mañana, tome un gran respiro y me bañe. Estaba limpia, peinada y vestida a las ocho en punto, esperando en mi cama a escuchar el gran grito de la Sra. Dinian, que ya era costumbre para mí desde hace cuatro años atrás.
Peroesta vez, envés de escuchar esas vocecitas lejanas decir –Okey –al unisonó– se escucho una voz mucho más cerca a las otras y que se les adelanto, esa era la voz de Hojen, el niño nuevo que la Sra. Dinian había traído anoche.
Yo salí corriendo del cuarto, y ahí estaba, un pequeño niño parado en el pasillo, esperando a que algo pasara o que alguien le hablara.
Era un poco más alto que yo,vistiendo un overol de mezclilla oscura, que lograba resaltar su piel blanca de tal forma que parecía nieve.
Comencé a pensar que estaba enfermo, muchas veces la Sra. Dinian encontraba niños ya muy enfermos en la calle, los cuidábamos unas cuantas semanas y después morían. Yo siempre los cuidaba y siempre terminaba encariñándome con ellos, su muertes eran muy difíciles y creo que lo siguen siendo,marcaron mi vida.
Pero este pequeño no estaba enfermo lo descubrí al ver esas chapas rojizas en sus cachetes y esa sonrisa de oreja a oreja. Sus ojos que podían ser de un anaranjado como el atardecer, tal vez no tan coloridos pero si muy brillantes, me vieron fijamente.
En ese mismo momento, las vocecitas que se escuchaban a lo lejos, se convirtieron en un gran grupito de niños y niñas corriendo porel pasillo, Hojen volteo algo asustado y su cabello oscuro –que no puedo asegurar que era negro –pero si ondulado, algo largo, para ser niño, parecía revolotear por la corriente de viento que hacían todos esos chiquillos corriendo. Él se volteo, me sonrió y emprendió la carrera con todos esos pequeños.
En un instante yo ya me encontraba tomándolo del brazo, él se detuvo y le dije que nocorriera, porque si no le iría mal con la Sra. Dinian.
–Muchas gracias, que linda eres–. Hojen me contesto, con una voz tan amable, que parecía que cantaba envés de hablar.
–Y ¿Cómo te llamas?
–Ah, ah, ah–. Qué rayos me pasaba, no lo sé, pero no podía responderle.
– ¡Espera! No me digas, pareces ser tan hermosa como… como… ¿Cómo era? –en su cara se veía tanta concentración, quería recordar– una Dalia,¡sí!, siempre bonita. Te gustaría que te llamara así, ¿Sí?
Me quede pensando en no sé qué cosas, que sinceramente ya no recuerdo, hasta que logre pronunciar algo. –Claro, es bonito.
Aunque ahora que lo pienso él nunca ha preguntado cuál es mi nombre real y a la vez no ha habido necesidad de saberlo, las personas que conozco me llaman por mi apellido y solo él me dice Dalí.
–Sí, es un lindonombre, pero Dalia suena de persona grande tú eres… Dalí –continuó diciendo– ah y antes de que se me olvide yo me llamo Hojen, la Sra. Dinian me llamó Josh, creo que lo hace porque es estadounidense, ¿No?
–Sí, seguro es por eso. Estaría bien si solo te llamo Hoj, tu nombre es muy extraño.
–Oh, claro que si, entonces tú serás Dalí y yo Hoj.
–Aja, los demás nos pueden llamar como quieran.
Ese...