Formacion Del Estado Argentino

La batalla de Caseros fue el capítulo final de una larga historia política y social argentina. Sin embargo, ello no significó la solución de los problemas que atormentaron al Rio de la Plata durante la primera mitad del siglo XIX. Por otra parte, en el período posterior a la caída de Rosas, durante las casi tres décadas que transcurrieron entre 1852 y 1880, las transformaciones que sufrió laregión fueron tan profundas y aceleradas que volvieron a complicar el hallazgo de las ansiadas soluciones.
La preocupación primordial seguía siendo la construcción de un Estado nacional capaz de reunir a las provincias, que hasta ese momento se habían mantenido como entidades autónomas. Para ello, debía unificarse el territorio, lo que significaba establecer acuerdos sobre cuestiones políticas,sociales y económicas delicadas y, en varios casos, de una difícil resolución.
Caído Rosas, la desintegración del frente que lo derribó fue inevitable. Los productores de Buenos Aires querían terminar con la política rosista dentro de la provincia, pero querían conservar para Buenos Aires la Aduana y el puerto único, en malogro del Litoral y el interior.
Como bien dice Milcíades Peña: “la burguesíacomercial porteña y su pequeña burguesía, cuyos ideólogos había vuelto de Montevideo, junto con el ejército urquicista, tendían como en los viejos tiempos de Rivadavia a unificar el país, pero sólo bajo el comando de Buenos Aires, y de no ser así, preferían el aislamiento porteño”.
De esta manera los intereses de la burguesía porteña y de sus ideólogos entran en conflicto con las pretensionesdel Litoral y del interior.
El 31 de mayo de 1852 se celebro el Acuerdo de San Nicolás, en el que se establecían las bases de la futura organización nacional. Este acuerdo fue velozmente aceptado por las provincias, pero rotundamente rechazado por las autoridades de Buenos Aires, porque, como dice Alberdi, “ese acuerdo le quitaba la diplomacia, la aduana nacional y el monopolio de la navegación delos ríos”.
Había quienes en Buenos Aires veían a Urquiza como “otro Rosas”, Tal es el caso de Vélez Sarsfield, alegando que la organización de la nación no podía volver a caer en manos de un tirano (y dice esto a pesar de que él fue el asesor jurídico de Rosas).
Otro defensor de “las libertades y principios” fue Bartolomé Mitre, quien con sus dircursos que enfatizaban la moral, la libertad yprincipios, buscaba captar la atención de la burguesía porteña y de los estudiantes universitarios.
El rechazo del acuerdo de San Nicolás puso en manifiesto que en Buenos Aires se consolidaban dos tendencias destinadas a pugnar duramente por el predominio entre los políticos y la opinión pública. Unos defendían a toda costa la hegemonía porteña por sobre las provincia; otros parecían máspredispuestos a la unificación, aunque exigían una discusión clara de los términos de la misma
Aprovechando que Urquiza se encontraba en Santa Fe inaugurando un Congreso en donde se trabajaría la redacción de una Constitución, estallo en Buenos Aires un levantamiento que volvió a instalar en el gobierno de la provincia a las autoridades que habían sido nombradas durante las llamadas “jornadas de junio”.Desde ese momento, el Rio de la Plata se escindió en dos Estados: la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires.
La Constitución se sancionó el 1° de mayo de 1853 y fue promulgada por el director Urquiza. Buenos Aires al no adherir a las condiciones del nuevo pacto, no se integró en el flamante Estado Nacional, manteniendo su autonomía.
Como bien dice Romero, celosa de sus privilegios yde sus convicciones políticas, resistió al principio y acudió a las armas luego para asegurar su autonomía.
Luego de una serie de luchas los gobiernos de Buenos Aires y la Confederación encontraron la conciliación. Buenos Aires presentó las objeciones que a su parecer merecía el texto de la Constitución, y después de una convención reunida en Santa Fe en 1860, las consideró gratamente.
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