foucault

A Parte Rei 45. Mayo 2006

Foucault, identidad y sexualidad
Domingo Fernández Agis
Universidad de La Laguna
dferagi@ull.es

Resumen
El objeto de este breve ensayo es analizar la relación entre conocimiento y
cuidado de sí, tal como Michel Foucault la desarrolla en la última etapa de su
trayectoria filosófica. Tomando como base la ética del cuidado de sí, se estudia
asimismo el problemade la definición de la identidad y la vinculación que la
modernidad ha establecido entre identidad personal e identidad sexual.
Abstract
The object of the present work is to analyze the relation between know and care
of self, in the last philosophy of Michel Foucault. It is take the ethic of care of self same
basic point, and also analyze the problem of definition of the identity and theconnection between personal identity and sexual identity in the modern age.

El sujeto y la problematización de su sexualidad.
En su magnífico libro sobre el pensamiento de Michel Foucault, establecía
Gilles Deleuze una interesante conexión entre los problemas metodológicos y
sustantivos a los que el autor de la Historia de la sexualidad se enfrentaba en los años
en que estaba inmerso en laestructuración del contenido de esta obra. Refiriéndose
en concreto al primer volumen de la Historia de la sexualidad, cuyo título es La
voluntad de saber, sostenía Deleuze que esta obra “termina explícitamente con una
duda. Si al final de La voluntad de saber Foucault se encuentra en un callejón sin
salida, ello no se debe a su manera de pensar el poder, sino más bien a que ha
descubierto elcallejón sin salida en el que nos mete el propio poder, tanto en nuestra
vida como en nuestro pensamiento, a nosotros que nos enfrentamos a él en nuestras
más ínfimas verdades” 1.
A propósito de esa afirmación, podríamos plantear dos cuestiones. En primer
lugar, cabe pensar si ese callejón sin salida del que se nos habla es un simple
descubrimiento o, por el contrario, se trataría de unaconstrucción de la misma
concepción foucaultiana del poder. El problema aquí implícito no carece en absoluto
de relevancia, ya que podríamos tener, cuando menos, la sospecha de lo inadecuado
de la concepción panóptica del poder para abordar las cuestiones relacionadas con la
sexualidad humana. Esto es así, y con ello iríamos a la segunda cuestión, porque el
estudio de las pautas de acción y lasformas de pensamiento en torno al sexo conduce
a Foucault hacia un replanteamiento de su visión de la subjetividad. En cualquier caso,
como tendremos ocasión de ver más adelante, tras su acercamiento a los clásicos, va
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DELEUZE, G., Foucault, Barcelona, Paidós, 1987, p. 127

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a descubrir que la subjetividad no sólopuede ser un punto de resistencia, sino también
el pivote sobre el que puede construirse una nueva ética.
Esta nueva orientación posibilitará la apertura de un espacio reflexivo, en el
que abordar de nuevo la cuestión del sujeto y todas las problemáticas adyacentes a la
misma2. Permitirá, asimismo, establecer un nítido contraste entre la obsesiva
preocupación moderna por relacionar la definiciónde la individualidad con la
delimitación de la sexualidad. “¿Tenemos ciertamente necesidad de un verdadero
sexo?”; se pregunta Foucault, para dar cuenta, acto seguido de cómo “con una
constancia que roza el empecinamiento, las sociedades occidentales modernas, han
respondido en sentido afirmativo. Han hecho jugar de forma obstinada esta cuestión
del ‘verdadero sexo’ en un orden de cosas dondese podría imaginar que sólo cuentan
la realidad de los cuerpos y la intensidad de los placeres” 3.
La mencionada relectura de la ética grecolatina, que ocupará los últimos años
de su vida, se realizará poniendo el acento en el conocimiento de las prácticas en
lugar de hacerlo en las doctrinas. La dificultad de este enfoque, tratándose de un
período histórico tan distante del nuestro, es...